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martes, 11 de febrero de 2020

Adiós a José Luis Cuerda

José Luis Cuerda (1947-2020)

El pasado 4 de febrero los amantes del cine nos conmovíamos ante la noticia del fallecimiento del director, guionista y productor José Luis Cuerda. Como pequeño homenaje, valga esta entrada que no pretende ser un recorrido exhaustivo por su vida y obras, sino pinceladas de agradecimiento por lo que he disfrutado con su cine.


La primera película suya que vi en el cine fue El bosque animado (1987), premio Goya a la mejor película de ese año. Estando en plena adolescencia y habiendo dejado hacía poco los cuentos, me cautivó éste en el que no abundaba el color rosa y en el que la miseria impregnaba la vida de los habitantes de la fraga de Cecebre. La bruja (o el hada, según se mire) era una meiga que no quería traspasar el negocio al final de su vida, aunque la posible heredera le dejara claro que no le daba miedo el diablo, sino el hambre. Hermelinda podría ser Cenicienta, pero sus aspiraciones lo más alto que llegaron fueron a que el hijo de la señora le propusiera ponerle un piso.

María Isbert, como La Moucha, la meiga en El bosque animado

Alejandra Grepi, como Hermelinda en El bosque animado

Si en un cuento infantil al final comían perdices, aquí la mayor recompensa alcanzada consistió en un puñado de puros y una copa de orujo, pero cómo los valoró el bandido Fendetestas… Es este un personaje entrañable de los que recuerdas para toda la vida ya, de los más reputados de Alfredo Landa, así como también se te graba su relación con el alma en pena interpretada por Miguel Rellán, una relación amigable a pesar de que éste le espanta la clientela.

Miguel Rellán y Alfredo Landa, en El bosque animado

Gran parte del éxito hay que debérselo al guión de Rafael Azcona, que adaptó la novela homónima de Wenceslao Fernández Flórez de tal manera que subrayaba el tono de comedia y la ternura, dejando de lado los aspectos más irreales, cercanos a la fábula, de la novela, donde se personificaban animales y plantas.

Desde sus primeras películas José Luis Cuerda optó por un reparto coral que permitía disfrutar de numerosos buenos secundarios del cine español (como ya hiciera Berlanga), eternos secundarios simplemente porque no se suelen escribir guiones para darles un papel principal, no porque su calidad sea menor, evidentemente. Manuel Alexandre, Miguel Rellán, Luis Ciges, Chus Lampreave, son unos pocos de los que intervinieron ya en Total (1983) y con los que repetiría más tarde. Es una película que hizo para la televisión, inaugurando su trilogía “surruralista”, llamada así por combinar el surrealismo con el ámbito rural, trilogía que tendría su cénit en Amanece que no es poco (1989) y su tercera entrega en Así en el cielo como en la tierra (1995). En las tres fue también su guionista.


Manuel Alexandre, en Amanece que no es poco

Amanece que no es poco es la película más mítica del director, tanto que sus seguidores han acuñado el término “amanecista” a la espera de que la RAE lo admita (no recuerdo otro caso así para referirse a los admiradores de una película española). En su momento no tuvo demasiado éxito pero el tiempo la fue volviendo película de culto, gracias, creo, a las generaciones más jóvenes de entonces que sí supieron apreciar la frescura y originalidad de una obra sin parangón por estos lares.

Tiene momentos geniales. Para mi gusto, poco se podría recortar sin que perdiera: las madres exageradas recibiendo a sus hijos, la expectación ante el alzamiento de hostia, el hombre al que le toca ir a la reunión de mujeres para que se rían de él, el doble ahorcamiento,  la asamblea democrática, el examen sobre las ingles. Cada uno de vosotros seguro que tendréis vuestras  secuencias y frases favoritas. Algunas de las mías son, por ejemplo, “bueno, minoría étnica y negro como un tizón” o “yo quiero defender a los americanos porque también tienen cosas positivas” a lo que el alcalde responde “vete a la mierda, hombre”. Recordemos que la película es de cuando se estaba implantando lo políticamente correcto.

El alcalde decide ahorcarse y la minoría étnica se solidariza
De lo desvergonzado de Amanece que no es poco, pasó al tono amargo de La marrana (1992) y al profundo y sensible de La lengua de las mariposas (1999) que tiene uno de los finales más conmovedores de la Historia del Cine. Con  esta película ganó el Goya al mejor guión adaptado, que estuvo a cargo de él mismo, Rafael Azcona y Manuel Rivas, en cuyos cuentos se basaba. También consiguió más adelante el Goya a mejor guión adaptado por Los girasoles ciegos (2008), también junto a Rafael Azcona, escrito a partir de la novela de Alberto Méndez. Es una película con excelentes interpretaciones donde se trataba el tema de los topos durante la postguerra, este año de actualidad debido a La trinchera infinita. Entre estos dos largometrajes por los que obtuvo el Goya en la misma categoría, estrenó también La educación de las hadas (2006), que ofrecía una perspectiva más esperanzadora. Fue la primera participación de Ricardo Darín en una película española.














El cuantioso legado de José Luis Cuerda tiene otra faceta también en su trabajo como productor. Además de ejercer como tal en tres obras suyas, fue el descubridor e impulsor de la carrera de Amenábar, al producir sus tres primeros largometrajes: Tesis (1996), Abre los ojos (1997) y Los otros (2001). Otra cosa más que agradecerle, no solo por las películas en sí (medalla de oro para Tesis, plata para Los otros), sino por abrirle camino al que era por entonces un joven estudiante decepcionado por la educación que recibía en la Facultad de Ciencias de la Información de la Complutense.

Amenábar entregándole el Premio Feroz honorífico en 2019

A José Luis Cuerda también se le debe un tipo de humor que recogió por ejemplo el grupo chanante, albaceteño casi en su totalidad, como el director. Su cabeza más visible, Joaquín Reyes, lo reconocía en la presentación de Tiempo después (2018), donde participaron tanto él como Raúl Cimas y Carlos Areces. Fue la última película del director, realizada a partir de la adaptación de una novela suya, que seguía la senda de su trilogía. Otro del grupo, Pablo Chiapella, pudo recoger la herencia de modo todavía más directo ya que su tío, Juan Manuel Chiapella, actuó en Amanece que no es poco, interpretando al hombre razonable.

No solo personajes como El Gañán podrían pasearse por cualquiera de las localizaciones de la Sierra del Segura, sino que el tipo de humor comparte el imbricar lo manchego con lo absurdo e irreverente. Un tipo de humor que, o te gana, mi caso, o te repele. 

Carlos Areces y Joaquín Reyes con el director de Tiempo después y otros actores

A pesar de la unanimidad de hoy día en ensalzar Amanece que no es poco, se suelen destacar otras de su filmografía como mejores obras. Creo que sigue pesando sobre nosotros el primar lo serio frente a lo cómico, mucho más si esto es directamente absurdo. Parece que lo que nos hace reír vale menos. Para mí, es una película incombustible que no me canso de ver. Lástima que su última reposición en televisión haya sido por tan nefasto motivo.

2 comentarios:

  1. Magnífico lo que has escrito sobre José Luis Cuerda. Yo me quedo sin duda con La lengua de las mariposas. D.E. P. Y siempre vivirá en sus películas. Gracias Isabel. Ana

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    1. Qué bonito lo que has escrito sobre ese "grande" que fue José Luís. Tus líneas están llenas de sentimiento, como lo estaban sus películas. Siempre lo recordaremos. Gracias por este homenaje que le has hecho, Isabel.

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