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martes, 1 de octubre de 2019

Alcances, Festival de Cine Documental 2019


Qué mejor forma de arrancar la nueva temporada de actividades de nuestra Asociación Linterna Mágica que con una visita a Cádiz, maravillosa ciudad vecina y una de las más antiguas del occidente europeo, haciéndola coincidir con el arranque de Alcances, el Festival de Cine Documental que celebra este año su 51 edición.

El festival tiene sus orígenes en 1968, de la mano del escritor gaditano Fernando Quiñones que promovió la celebración de una semana cultural con actividades de todo tipo, incluida la proyección de películas difíciles de ver en el Cádiz de la época. Año tras años, las proyecciones fueron, hasta hacer que el evento cultural se decantara por el formato de festival de cine. El festival  ha pasado por diversas etapas que culminan en la década de 1990 con la configuración de un festival internacional denominado “Muestra Cinematográfica del Atlántico”, que en los últimos 10 años, tras apostar decididamente por el cine documental, ha conseguido ser reconocido como el festival de referencia para este género cinematográfico.

En esta nueva edición concurren en competición en la Sección Oficial treinta películas, de las que la dirección del festival ha querido destacar que catorce son obra de mujeres directoras, tres están codirigidas por hombres y mujeres, mientras que los trece títulos restantes están firmados por directores varones.
Entre esta treinta de filmes que compiten en la Sección Oficial de Alcances 2019 se encuentran siete largometrajes: "Carelia, internacional con movimiento", de Andrés Duque; "Apuntes para una herencia", de Federico Robles; "Estado de malestar", de María Ruido; "Hamada", de Eloy Domínguez Serén; "Idrissa, crónica de una muerte cualquiera", de Xavier Artigas y Xapo Ortega; "Las letras de Jordi", de Maider Fernández Iriarte; y "Oscuro y Lucientes", de Samuel Alarcón.
También concursan seis mediometrajes: "Caduca a los 10 años (papá)", de Rubén Carrillo; "Ciudad de los muertos", de Miguel Eek; "Libertad", de Colectivo Libertad; "Los pilares", de Javier Cástor Moreno, Lucía Touceda y Raúl Vallejo; "Qué tal Pascual", de Bárbara Brailovsky; y "Urpean Lurra", de Maddi Barber. Finalmente, la Sección Oficial se completa con una selección de diecisiete cortometrajes con una variada temática y duración, que va de los cincos a los treinta minutos.
Fuera de competición, están programadas numerosísimas proyecciones agrupadas en varias secciones paralelas, entre las que destacamos “Mexico se cuenta” en la que verá una selección de títulos procedentes de aquel país; “La mirada andaluza” y “Cádiz produce” como espacios reservados para la difusión del documental andaluz y gaditano respectivamente; así como otros ciclos ideados para homenajear a cineastas como Javier Corcuera, Iván Zulueta y Agnès Varda.

Carelia: Internacional con monumento
Asistimos a la proyección del primer largometrajes a concurso: “Carelia: Internacional con monumento” obra del director venezolano Andrés Duque, afincado en Barcelona desde hace casi 20 años. Carelia es una región fronteriza, situada entre Rusia y Finlandia que a lo largo de la historia ha pertenecido a países distintos (Suecia, Rusia o Finlandía) con las consiguientes vicisitudes bélicas y políticas que esto implica. Al mismo tiempo su carácter remoto y fronterizo ha contribuido a la riqueza y singularidad cultural de esta región, considerada tierra de magos, duendes, ritos, misterios y leyendas.

Las creencias chamánicas de sus moradores ancestrales, transmitidas de manera oral de generación en generación, fueron recogidas a mediados del siglo XIX en el poema épico “Kalevala” sobre el que Finlandia cimentó sus bases identitarias y cuyo imaginario repleto de héroes y guerreros fascinó al propio Tolkien, que se inspiró en él para escribir “El Silmarillion”.
Hoy día en la región de Carelia apenas quedan restos de aquella magia atávica, por eso el director Andrés Duque ha querido mostrar el misterioso halo de esta región en esta cinta configurada a modo de díptico, en cuya primera parte, más poética y sensorial, se acerca a los habitantes actuales de esta zona, la familia Pankratev, para en la segunda parte, haciendo uso de herramientas más habituales del documental (testimonios e imágenes de archivo), mostrarnos a los moradores del pasado, brutalmente diezmados por las sucesivas guerras e invasiones, en especial por la gran purga de Stalin, en la que fueron asesinados miles de carelios. Con esta obra se nos llama a la reflexión sobre las recientes maniobras del presidente Putin para re-escribir la historia.

La familia Pankratev, fotograma de Carelia

Andrés Duque sabía que tenía pendiente hacer una película sobre este territorio desde que el peculiar músico ruso Oleg Karavaichuk, protagonista de su anterior largometraje, el premiado documental “Oleg y las raras artes” (2015), lo calificó como "carelio". Intrigado, Duque empezó a investigar y conoció a un auténtico carelio que le presentó a un chamán que vivía en Moscú. El chamán “me dio una ruta para buscar los últimos vestigios de magia de esa región. Pero, como era de prever, no encontré nada", relata Duque.

La proyección tuvo lugar en el Teatro de la Tía Norica, un interesante espacio escénico de reciente construcción, ubicado en pleno casco antiguo de la capital gaditana. La suerte ha querido que durante las obras de este teatro aparecieran en el subsuelo un yacimiento arqueológico fenicio, que se ha conservado y en torno al cual se ha instalado el centro de interpretación Gadir con el objetivo es dar a conocer la evolución de la ciudad desde su fundación por los fenicios hasta época romana.

Centro de interpretación Gadir

El  Teatro de la Tía Norica, con un aforo de 330 butacas, fue inaugurado en 2012 y ocupa el solar del antiguo Teatro Cómico de Cádiz; en su denominación se ha querido rendir homenaje a las seculares compañías de títeres y marionetas, que en Cádiz tuvieron uno de sus mejores exponentes con la "Tía Norica", una compañía cuyas marionetas se exponen en una de las salas del Museo de Cádiz, al tiempo que la ciudad cuenta con su propio Museo del Títere, en las Puertas de Tierra.

Teatro de la Tía Norica

Estamos seguros que Alcances bien ha merecido esta visita, y la lástima fue tener que dejar tan pronto Cádíz, una ciudad con tanto que ofrecer al visitante. Sin duda habrá que volver.




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