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lunes, 29 de junio de 2015

Lejos del mundanal ruído (Thomas Vinterberg, 2015)


 

Título original: Far from the madding crowd. Dirección: Thomas Vinterberg. País: USA y Reino Unido. Año: 2015. Duración: 119 min. Género: Drama.

Guión: David Nicholls (basado en la novela de Thomas Hardy). Música: Craig Armstrong. Fotografía: Charlotte Bruus Christensen. Montaje: Claire Simpson. Producción: Andrew Macdonald, Allon Reich.

Nominada a Mejor Vestuario en los Satellite Awards 2015.

Fecha del estreno: 12 Junio 2015 (España).

 

Reparto: Carey Mulligan (Bathsheba Everdene), Matthias Schoenaerts (Gabriel Oak), Michael Sheen (William Boldwood), Tom Sturridge (sargento Troy), Juno Temple (Fanny Robbin).

 

Sinopsis:

La independiente, inteligente y joven Bathsheba Everdene se gana la vida cuidando una granja más bien modesta. El joven y próspero ganadero Gabriel Oak se enamora de ella y le propone matrimonio, pero Bathsheba quiere ser libre y no acepta su ofrecimiento. Sin embargo, el destino cambia la fortuna de ambos, pues ella hereda de su tío la mayor granja de la localidad y él pierde en un accidente sus bienes, teniendo que ganarse la vida como jornalero, a quien ella contrata. La nueva posición de Bathsheba la deja en situación de elegir entre los tres pretendientes que la rondan, Gabriel Oack; Frank Troy, un experimentado y temerario sargento; y William Boldwood, un maduro y rico soltero.

 

Comentarios:

“Para emprender una nueva línea de conducta, siempre es necesario vencer una inercia; y eso no solo se observa en las personas, sino también en los acontecimientos, que parece como si se coligaran para rechazar toda innovación en sentido de mejora”, escribió Thomas Hardy en Lejos del mundanal ruido. La doble teoría sobre el ser y el cambiar, sobre lo que hay y lo que vendrá, desde nosotros y desde el azar, la concibió Hardy en 1874, pero quizá siga vigente. En la vida, en su novela y en la magnífica versión cinematográfica que ha compuesto Thomas Vinterberg, donde los personajes están abrochados por la independencia y la dignidad, la personalidad y el razonamiento, y sin embargo siempre hay un momento en que se mueven a golpe de impulso irracional, sobre todo en el amor. Pero, ¿qué son el amor y el deseo, sino algo irracional que vence una inercia?

Hardy concibió una de las primeras novelas feministas de la historia, antes de que el concepto llegara a la sociedad para instalarse. John Schlesinger y Frederic Raphael, director y guionista del primer gran acercamiento cinematográfico, lo supieron ver en su versión de 1967. Y David Nicholls y Vinterberg, en la presente, lo han matizado. La heroína Bathseba Everdene, con el soberbio trabajo de Carey Mulligan detrás, resulta aún más refinada e independiente, sin los visos de vanidad y capricho, también de fuerza, de la Julie Christie de Schlesinger. Al tiempo, el segundo y tercer vértices de este cuadrangular amoroso, el pastor que interpreta el belga Mathias Schoenaerts y el rico hacendado que guía Michael Sheen, resultan también más dignos, lo que quizá convierta a esta adaptación en más confortable y a la de los sesenta en más molesta en la imperfección de sus criaturas, aunque ambas igual de emocionantes.

Bellísima en sus maneras clásicas, y casi 45 minutos más corta, con una poda sobre todo en la parte final que no enturbia el conjunto, esta Lejos del mundanal ruido agolpa de tal modo los acontecimientos, su desasosiego y su esplendor, que el único problema, bendito problema, podría ser que hay demasiadas escenas climáticas. Posesión y virtud; impulso y desazón; dolor, amor y hasta un punto de necrofilia, se agolpan en un placer para almas desbocadas. (Javier Ocaña)

Recomendada.


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