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lunes, 3 de julio de 2023

As bestas (Rodrigo Sorogoyen, 2022)

 

Título original: As bestas. Dirección: Rodrigo Sorogoyen. País: España. Año: 2022. Duración: 137 min. Género: Drama, Thriller.

Guión: Isabel Peña, Rodrigo Sorogoyen. Música: Olivier Alary. Fotografía: Alex de Pablo. Sonido: Fabiola Ordoyo. Dirección artística: José Tirado. Montaje: Alberto Del Campo. Producción: Arcadia Motion Pictures, Caballo Films, Cronos Entertainment AIE, Le Pacte, RTVE, Movistar Plus+, Canal+, Ciné+.

Premio del Publico a la Mejor Película Europea en el Festival de Cine de San Sebastián 2022. Premios a la Mejor Película, Mejor Director y Mejor Actor (Denis Ménochet) en el Festival de Tokyo 2022

Fecha del estreno: 11 Noviembre 2022 (España).

 

Reparto: Marina Foïs, Denis Ménochet, Luis Zahera, Diego Anido, Marie Colomb, Luisa Merelas, José Manuel Fernández y Blanco, Xavier Estévez, Gonzalo García, Federico Pérez, Javier Varela, Pepo Suevos, Machi Salgado, Emile Duthu.

 

Sinopsis:

Antoine y Olga son una pareja francesa que se instaló hace tiempo en una aldea del interior de Galicia. Allí llevan una vida tranquila, aunque su convivencia con los lugareños no es tan idílica como desearían. Un conflicto con sus vecinos, los hermanos Anta, hará que la tensión crezca en la aldea hasta alcanzar un punto de no retorno.

 

Comentarios: 

En la mayoría de las ocasiones cuando se habla de neorruralismo se utiliza la idea de que mirar el campo implica hablar de una pérdida y del abandono de un modo de vida. En esta mirada surge una poética que acaba asociando la vida en el campo con un mundo idílico o con cierto sistema de vida equilibrado, con otra temporalidad que desafía al mundo urbano. “As bestas” de Rodrigo Sorogoyen confronta dos mundos rurales. El primer mundo es el de los que siempre han estado allí, como los hermanos Anta. Son los ganaderos que han nacido junto a sus vacas, que han perdido la razón intentando domesticar a los caballos salvajes y que viven del miedo a la alteridad. Son los que han convertido su pequeño mundo en el único mundo posible y que, desde su propia miseria moral y humana, se sienten atrapados en un campo sin horizonte. En el otro lado están los neorrurales, aquellos que creen en la utopía de que en el campo residen los únicos vestigios posibles del paraíso terrenal y que dimiten de la vida para encontrar entre las coles, los grelos y las lechugas de su propia plantación el anhelo de una nueva vida. En las paredes de sus casas hay libros, en el garaje una furgoneta para cargar las hortalizas que venderán en el mercado. El viejo mundo odia el nuevo mundo porque lo considera un intruso, mientras el nuevo mundo busca unas alianzas imposibles bajo una mirada paternalista y un tanto ingenua. En una de las mejores escenas de “As bestas”, los hermanos Anta recuerdan a Antoine que ellos siempre han sido unos miserables y que han sido tan miserables que siempre han olido a mierda, por lo que incluso las mujeres del prostíbulo los detestaban.

“As bestas” no pretende ser una crónica sociológica de las dos formas de mirar el campo, ni una exploración en la vida oscura que se esconde tras las granjas, sino un peculiar thriller lleno de violencia verbal y física. En su primera parte, en la que la tensión entre los lugareños y los franceses que se han instalado en el pueblo, no cesa de ir en aumento, puede parecer que nos hallamos ante una revisión de “Perros de paja” de Sam Peckinpah. La intolerancia frente a la alteridad provoca que el espectador sienta cómo la tensión aumenta y cómo algo verdaderamente insoportable puede ocurrir en cualquier momento. Sorogoyen sube los decibelios y en un momento determinado los abandona. Mientras en la primera parte estamos ante una película tremendamente viril en la que los hombres y sus cuerpos son los protagonistas, en la segunda parte todo cambia. “As bestas” acaba siendo una película en la que una mujer y su hija intentan preguntarse muchas cosas sobre las bestias humanas y al hacerlo no solo cuestionan la placidez del campo, sino que también ponen en evidencia las miserias de un mundo en el que la única mujer es la matriarca que lo ha visto todo pero nunca ha hablado, porque el silencio ha sido su estrategia. Sorogoyen nos proporciona muchas pistas sobre los caminos que puede seguir la historia, pero afortunadamente rompe con muchas expectativas y convierte su película en una obra sólida, en una experiencia incómoda pero altamente emocionante. “As bestas” atrapa y no deja escapar a nadie. (Àngel Quintana)

Recomendada.



1 comentario:

  1. Tan bestial, como la vida misma. La de ahora, la de siempre.

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