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viernes, 21 de octubre de 2022

The Rocky Horror Picture Show (Jim Sharman, 1975)

 



Ficha técnica:

Título original: The Rocky Horror Picture Show.

País: Reino Unido. Año: 1975. Duración: 100 minutos.

Dirección: Jim Sharman.

Guión: Jim Sharman y Richard O'Brien.

Dirección de Fotografía: Peter Suschitzky.

Música y letras de Richard O'Brien (música y letras); editor: Graeme Clifford.

Dirección y arreglos del musical: Richard Hartley.

Música incidental: Richard Hartle; Danzas : David Togury.

Edición: Graeme Clifford.

Dirección artística: Terry Ackland-Snow.

Efectos especiales: Wally Veevers.

Diseño de Vestuario: Sue Blane.

Maquillaje: Peter Robb-King.

Peluquería: Ramon Cow.

Productor: Michael White.

Productor asociado: John Goldstone.

Productor ejecutivo: Lou Adler.

Diseño de producción: Brian Thomson.

Productora: Twenthie Century Fox.


Intérpretes:

Tim Curry: Dr. Frank-N-Furter,

Susan Sarandon: Janet Weiss, la heroina.

Barry Bostwick: Brad Majors, el  héroe.

Meat Loaf: Eddie.

Richard O'Brien: Riff-Raff, Handyman.

Patricia Quinn: Magenta.

Little Nell: Columbia, la groupie.

Jonathan Adams: Dr. Everett V, Scott, científico rival,

Peter Hinwood: Rocky Horror, la criatura.

Charles Gray: el criminólogo y experto.


Sinopsis:

Janet acaba de prometerse con Brad. Tras la boda de unos amigos, en un día lluvioso su coche se estropea, y van a cobijarse en un siniestro castillo. El edificio es propiedad del Dr. Frank-N-Furter, un doctor travestido. El doctor organiza esos días la Convención Anual de la galaxia Transilvania en la Tierra, con los transilvanos, procedentes del planeta Transexual. Se dispone a crear a la criatura perfecta: Rocky. Un joven y apuesto hombre destinado al placer. Pero Rocky parece estar más interesado en Susan que en el doctor, quien a su vez seduce a Brad y a Susan. Cuando el doctor decide que va a volver a su galaxia…



Hace muchos años fui a ver la película “The Rocky Horror Picture Show”, que se proyectó durante unos pocos de días en los cines avenida de Sevilla. Fui a verla porque había leído previamente sobre varios factores qué me interesaron de esta película.  En la sala había muy poca gente y la mayoría eran extranjeros de lengua inglesa. Me llamó la atención que el grupo de extranjeros se conocía de memoria toda la película, de manera que anticipaban con risas y comentarios algunos de los planos que íbamos a ver. Me produjo una muy grata impresión esta película. Tanto es así que muchos años después, adquirí el DVD, y la proyecté en una especie de mini cine de verano junto a un grupo de amigos sobre una pared blanca, en una fresca noche de verano. Esto fue hace unos seis años. La película seguía teniendo una gran frescura y nos deparó a todos un rato de buen entretenimiento, de sonrisas e incluso a veces risas. Pasamos unos momentos muy divertidos, de manera que por esto quiero hacer un homenaje a este film, que es tenido como una de las auténticas películas de culto de la historia del cine.

La película es la adaptación al cine de la obra teatral musical llamada “The Rocky horror show”. Se había estrenado dos años antes, en el 1973, en un teatro experimental de muy reducidas dimensiones (al parecer solo unas 60 butacas, siendo un genuino “off off theater”), bajo la dirección de Richard O´Brien, que en el film del que hablamos interpretaría al siniestro Riff-Raff. Este musical ya contenía todos los elementos que se iban a desarrollar dos años después en el 1975, en una película con música del mismísimo Richard O´Brien. La dirección del film es de Jim Sharman, siendo el propio director y Richard O´Brien los coguionistas. Es una película que se rodó con un bajo presupuesto, de poco más de un millón de dólares. Reutilizó decorados de otras películas previas de terror, y en su mayoría está rodada en interiores.



Hablamos de una película, de un musical, absolutamente transgresores. Integra elementos del rock, del glam rock y del género musical pop. Es también una avanzada de los movimientos LGTB, de igualdad y de binarismo. Ello es así pues toda la trama se desarrolla en el interior de un castillo siniestro y barroco, en el que se está realizando una Convención de “terroríficos” extraterrestres venidos del planeta Transexual de la Galaxia Transilvana, de ahí el nombre de transilvanos. A lo largo del metraje del film, se desarrolla esta original fusión entre seres extraplanetarios, del género cinematográfico de la ciencia ficción, que son vampiros transilvanos (género terror), pero que no acuden en busca de sangre sino de todos los placeres sexuales, tanto hetero como homosexuales. No en balde su planeta se llama Transexual.

Estos “monstruos” van a ser unos ávidos buscadores de todos los placeres y de toda la transgresión. Para ello están vestidos con una mezcla entre travestis, drag queen y vampiresas con corsé y liguero. El máximo exponente de toda esta vestimenta va a ser su protagonista, el Doctor Frank-N-Furter, magistralmente interpretado por Tim Curry. quien presenta una voz grave y viril sobre un personaje que viste liguero y corsé, un maquillaje recargado que realza su travestismo, en una mezcla de vampiresa-travesti-drag queen. No en vano una de las canciones que interpreta es “sweet transvestite”, donde repite que es un “dulce travesti de la Transilvania transexual”.

Los decorados van todos en esta misma línea. Por ejemplo es de destacar que cuando el Dr Frank-N-Furter está fabricando a su deseada criatura Rocky, pues lo hace utilizando un montón de frascos que vierten líquidos con los diferentes colores del arco iris. Para así señalar el carácter absolutamente diferente de esa criatura Rocky, que por supuesto en vez de ser un monstruo deforme y horroroso, es un bello adonis rubio, enteramente depilado, vestido con unos mini-shorts dorados y apretados que realzan sus genitales.



Esta es otra de las sobresalientes características de esta película, que recoge elementos de películas de terror previas, como por supuesto la película de Frankenstein. La mansión tipo castillo, también recuerda edificios que aparecían en las primeras películas sobre el conde Drácula. Sin embargo, desde el principio del film se nos deja claro que estos vampiros transilvanos lo son, pero no a la búsqueda de sangre, sino del placer y la lujuria.

Otro de los elementos transgresores es que vemos la reconversión de una clásica y tradicional pareja de de tiernos novios, interpretados ella por Susan Sarandon (Janet la heroína) y él por Barry Bostwyck (Brad Majors, el héroe), novios que llegan accidentalmente al castillo de los transilvanos. Una vez inmersos en este ambiente, van transformándose y teniendo ellos mismos diferentes experiencias tanto hetero como homosexuales.



Al principio con cierta resistencia, pero después con sumo agrado. Esta es también otra peculiaridad transgresora de la película, la modificación de los roles de atracción sexual tradicionales.

En suma, estamos ante un film rompedor y transgresor. Nos introduce, con un formato musical y unos decorados y vestimentas chocantes para aquel año 1975, en los albores de una cultura transgresora con elementos travestistas y transexuales. Pero todo ello en un marco de sonrisas, risas y complicidad.



Como corresponde a una buena película de culto, The Rocky Horror Picture Show en un principio fue un fracaso de taquilla. Sin embargo, comenzó a ser renombrada por la crítica, poco a poco se fue acercando a ella un público característico, y se desarrolló para esta película un club de fans, que comenzó en Estados Unidos y luego se repitió en diferentes países, incluido España. Estos clubes realizan visionados periódicos del film.  En algunos de ellos hay actores, que interpretan delante del público algunos de los planos más conocidos, vestidos igual que los actores de la película. Y además el público participa activamente en esta proyección. Entra al cine provisto de diferentes utensilios o utillaje denominados en inglés “props”, y hay un momento determinado para cada utensilio, según escenas determinadas de la película. Por ejemplo, cuando aparece la ceremonia del matrimonio con la que comienza el film, el público se tira unos a otros arroz. Cuando poco después aparece la escena en que está lloviendo mucho sobre el coche que conduce nuestra pareja de Janet y Brad, el público tiene que arrugar periódicos, para simular el ruido de la lluvia. Cuando el Dr. Scott irrumpe en escena y Brad grita: “Great Scott”, toca tirar rollos de papel higiénico al aire, etc. 

Todo este ritual se viene repitiendo desde el año 75 en diferentes salas de cine, e incluso durante algunos años estas “performances” se realizaron en salas de cine españolas.

La letra de los números musicales es obra del propio Richard O´Brien, que interpreta también al personaje de Riff-Raaf.  En cuanto a la banda sonora, está mezclada por Lou Adler (colaborador de grupos tan conocidos como The Mamas & The Papas). Pertenece a los géneros musicales del rock’n’roll y el glam, aunque también algunas canciones están influenciadas por el pop. Aunque el tono general de todas las canciones es muy alto, conviene destacar algunos sobresalientes cortes, como “The Time Warp”, “Sweet Transvestite”, “Hot Patootie-Bless My Soul” (rock muy marchoso interpretado por el mismísimo rockero Meat Loaf, que interpreta el personaje de Eddie. Mientras canta conduce una moto, y en un guiño muy cinéfilo, lleva tatuado en los dedos de cada mano las palabras “hate” y “love”, como el inolvidable personaje de Harry Powell que interpretaba Robert Mitchum, en “La Noche del Cazador” de Charles Laughton) y, sobre todo, la maravillosa “Science Fiction/Double Feature”, brillante homenaje a nombres y títulos clásicos del género de ciencia-ficción como “Planeta prohibido” o “El hombre invisible”. Esta es la canción que da inicio y fin a este divertido y transgresor film.


                                  Joaquín Carlos Martín Muñoz







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