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lunes, 13 de diciembre de 2021

Tres colores: Azul (Krzysztof Kieślowski, 1993)

 

Título original: Trois couleurs: Bleu. Dirección: Krzysztof Kieślowski. País: Francia, Polonia, Suiza. Año: 1993. Duración: 98 min. Género: Drama.

Guión: Krzysztof Piesiewicz, Krzysztof Kieślowski. Fotografía: Slawomir Idziak. Música: Zbigniew Preisner. Montaje: Jacques Witta. Sonido: Jean-Claude Laureux, William Flageollet. Vestuario: Naima Lagrange, Virginie Viard. Ayudante de dirección: Emmanuel Finkiel. Diseño de producción: Claude Lenoir. Producción: Marin Karmitz.

León de Oro a la Mejor Película), Mejor Actriz (Juliette Binoche) y Mejor Fotografía en el Festival de Venecia 1993. 3 nominaciones a los Globos de Oro 1993 (incluida Mejor Película de habla no inglesa). Goya 1993 a la Mejor Película Europea.

Fecha del estreno: 5 Noviembre 1993 (España).

 

Reparto: Juliette Binoche (Julie Vignon-de Courcy), Benoît Régent (Olivier Benoit), Charlotte Very (Lucille), Emmanuelle Riva (Madame Vignon), Florence Pernel (Sandrine), Hélène Vincent, Philippe Volter, Claude Duneton.

 

Sinopsis:

En un accidente de coche, Julie pierde a su marido Patrice, un prestigioso compositor, y a su hija Anna. Al recuperarse de sus lesiones, decide comenzar una nueva vida, independiente, solitaria y anónima, alejada de los privilegios que antes disfrutaba. Olivier, el ayudante de Patrice, intenta sacarla de su aislamiento. Olivier está enamorado de ella desde hace muchos años y acaba convenciéndola para que termine el «Concierto para Europa», una ambiciosa obra inacabada de Patrice.

 

Comentarios:

Krzysztof Kieslowski dejaría como herencia filmográfica "El Decálogo", una serie de diez capítulos basados en los Diez Mandamientos adaptados a la época actual y la exitosa trilogía de "Tres colores" (Azul, Blanco y Rojo) formada por tres obras que el realizador a través de los colores de la bandera gala haría alusión a las ideas de la Revolución francesa (libertad, igualdad y fraternidad). En esta primera parte de la trilogía (cuyo color Azul va referido a la libertad) el director expondría el largo proceso de duelo de una persona después de la pérdida de un ser querido. La obra descrita por muchos como un poema visual se caracterizaría en gran medida por su toque espiritual y de ritmo pausado.

Si decidimos libremente contraer matrimonio, ¿estaríamos coaccionados por el rol que la sociedad espera que ejecutemos? Si la familia que creamos fallece inesperadamente, ¿estaríamos obligados a vivir nuestra pena de una manera específica?

Julie Vignon, interpretada por Juliette Binoche, es una mujer que pasó todo su matrimonio bajo la sombra de su marido, uno de “los más grandes compositores europeos”, aunque sabe que sus contribuciones fueron cruciales para el éxito de la música de su esposo. No obstante, en un abrir y cerrar de ojos, esa sombra es retirada: su marido e hija mueren en un accidente.

Ante su pérdida, Julie declara: “Solo tengo una cosa por hacer: nada. No quiero tener pertenencias o memorias. No quiero amigos, no quiero amor. Todas son trampas.” Esta mujer decide tener una vida sin vínculos: rechaza el hogar que compartía con su esposo y evita conexiones nuevas, ya sea con un amigo o su madre. Quiere saberse libre de todas las cosas que le pueden causar dolor, saberse independiente, y proveerse a sí misma.

Azul es el color de la libertad y la esencia que persigue a la protagonista de esta pieza de Krzysztof Kieślowski. El azul parece inundar el rostro de Binoche, quien demuestra la intención que tiene su personaje de evitar algún sentimiento. Cada vez que intenta disociarse más de la humanidad, el azul regresa acompañado del sonido de la sinfonía que su marido no pudo terminar. En sus horas de mayor soledad, el color azul y la armonía de una orquesta le intimidan para recordarle los límites de la libertad que quiere.

La libertad, uno de los principios de la Revolución Francesa, que superficialmente significaba que cada individuo podía desarrollarse libremente en su cultura y espíritu, tiene una interpretación diferente en Azul. Si bien aquí representa la posibilidad de desarrollar una voluntad libre de pasiones y de cualquier vínculo, Kieślowski nos entretiene con la idea de que anhelar esto es imposible.

 

 

En una secuencia, Julie es abordada por una vecina que espera su ayuda para sacar a una prostituta del edificio. Indiferente a su petición, Julie le ignora. Tiempo después, la joven prostituta regresa a darle las gracias a Julie e incluso forma una amistad con ella, pidiendo su asistencia durante un momento de inseguridad en su trabajo. En otro segmento, Julie se entera de que la amante de su marido está embarazada y, en vez de tomar una decisión dramática y “destruir su existencia”, termina entregándole una casa pese a perpetuar la memoria de un hombre que le opacó y traicionó.

Azul es una pieza que juega con el concepto de libertad frente a la pena. Kieślowski permite que un color represente la posibilidad de una vida que jamás va a poder ser del todo independiente. Nuestras acciones nos vinculan a otros y en los últimos minutos del filme vemos que cada personaje que interactuó con Julie carga consigo la experiencia de haberla conocido. Gracias a que decide terminar la obra musical de su marido, Julie logra liberarse, pero no como ella esperaba. El último plano de Azul presenta a esta mujer sonriendo porque acepta su pena con libertad de decidir si quiere pasar el resto de su vida en soledad o en comunidad. (Carlos Yaya)

Recomendada.




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