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sábado, 1 de mayo de 2021

Los Durrell en Corfú

 

Yo tenía una villa en Corfú, al pie de una colina apuntalada por cipreses...


En estos tiempos de pandemia descubrir y emocionarse con ‘Los Durrell’ cuyas cuatro temporadas emite Movistar+ y Filmin es una de las mejores cosas que nos pueda haber pasado. Corfú, la más conocida de las islas Jónicas, aquella que sirvió de última parada a Ulises en su viaje a Ítaca, se nos antoja como un refugio en el que comenzar una nueva vida.




Ambientada en plenos años 30, justo antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, ‘Los Durrell’ adapta con soberbia elegancia y maestría, la ‘Trilogría de Corfú’, los entrañables libros autobiográficos del naturalista Gerald Durrell: ‘Mi familia y otros animales’, ‘Bichos y demás parientes’, y El jardin de los dioses’. El peso de la serie, que consta de cuatro temporadas, recae sobre un personaje divino y carismático, sin aristas ni fisuras, que no es otro que Louisa Durrell. Viuda con cuatro hijos y muy adelantada a su tiempo, esta valiente mujer harta de la conservadora sociedad británica en la que le ha tocado vivir, rompe con todo y pone rumbo, justo a sus vástagos, a la recóndita y paradisíaca isla griega de Corfú. Es el punto de partida de esta bonita historia que transcurre deliciosamente a orillas del mar Jónico.


Libro "Trilogía de Corfú", y fotografía de su autor Gerald Durrel con un mono al hombro

Desde el momento que pisan la isla, la vida de toda la familia da un giro copernicaco de 180 grados. En medio de semejante remanso de paz e insultante belleza de la naturaleza, cada uno de ellos intentará dar un nuevo sentido a su vida. Louisa a quien interpreta la actriz Keeley Hawes buscará el amor, mientras educa en libertad a sus cuatro hijos a cual más excéntrico: Gerald, el pequeño es un obsesionado por los animales; Lawrence, el mayor, un joven escritor sediento de éxito literario que nunca se separa de su máquina de escribir; Leslie, un cabezota que al contrario que su hermano, se conforma con bien poco; y, por último, la bella Margo, siempre en la parra y bañada por la frivolidad. Los cinco miembros que componen la familia Durrell y todos los personajes secundarios que les acompañan, enamoran por igual en medio de las tramas más inverosímiles, absurdas y divertidas que uno pueda imaginar.


Larry Durrell en la serie (Josh O’Connor) y en la realidad en su barco Van Norden 



Gerry Durrell en la serie (Milo Parker) y de niño con un tortuga


Margo y Leslie Durrell en la serie (Daisy Waterstone y Callum Woodhouse)


La serie se completa con una amalgama de personajes peculiares como el taxista Spiros, la criada Lugaretzia, la tía Florence, el doctor Petridis, el criador de cabras Sven, el monje Pavlos y muchos más. Es imposible no enamorarse de las locuras y cotidianidades de este nutrido abanico de personajes carismáticos y excéntricos.


Spiros y Louisa Durrell en la serie (Alexis Georgoulis y Keeley Hawes)

La ausencia de conflictos es otra de las señas de identidad de ‘Los Durrell’. Todo el mundo es bueno, no hay maldad, ni personajes que quieran hacer daño. La serie es un canto a la vida y al optimismo, a la alegría de vivir, narrado con sumo ingenio y sin hacer concesión alguna a la cursilería.


En estos tiempos debería ser obligatorio ver ‘Los Durrell’ como una de las mejores terapias, una serie que tiene la fuerza de transportarnos directamente al verano, a unas vacaciones eternas, donde el tiempo transcurre más despacio y los problemas se minimizan al máximo.






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