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lunes, 25 de enero de 2021

Las películas de artes marciales. 6 obras esenciales.

 

En las cinematografías de Asia, las películas de artes marciales se enmarcan en una tradición caballeresca cercana a las películas de “capa y espada”, aunque con un arraigo cultural más profundo y con una dimensión espiritual desconocida en Occidente. Estas películas se conciben con el fin de ensalzar las luchas, con armas o sin ellas, en función de una serie de rituales extremadamente variados (los especialistas enumeran más de 300 disciplinas distintas). Las películas de artes marciales son difundidas en Europa bajo la etiqueta a menudo inadecuada o abusiva de película de “kung-fu” (boxeo chino) o película de kárate (lucha japonesa con los pies y las manos desnudos).

 

En Japón, las proezas de los samuráis y su código de honor, profusamente narrados en la literatura y en el teatro, han representado siempre una parte importante del imaginario colectivo. Fue precisamente por influencia del nuevo Teatro Nacional, fundado en 1917, que se creó el subgénero representativo de las artes marciales japonesas: el “ken-geki” (chambara en el lenguaje popular, literalmente el “teatro del sable”, que se convirtió posteriormente en “películas sable”). Este subgénero, muy popular a partir de la época del cine mudo, fue magistralmente ilustrado después de la guerra por un intérprete, Toshiro Mifune, actor fetiche de Akira Kurosawa.

 

En China, la tradición de las artes marciales (wu-shu) se remonta al siglo XVIII, con los famosos monjes-soldados del templo budista de Shaolin. Al igual que lo hicieran los samuráis japoneses, estos personajes inspiraron a escritores y pintores chinos mucho antes de que la aparición de un cine nacional les aportará gran popularidad.

 

Debió esperarse hasta 1928 y al éxito de una serie de películas filmadas en Shangai por Zang Shichuan, Huo shao hong lian si, para que se produjera un verdadero entusiasmo popular por las películas caballeresca (wu-xia-pian): entre 1928 y 1931, sobre una producción de 400 películas, 250 pertenecían al género de las artes marciales. En 1932, los bombarderos de Shangai por los japoneses pusieron fin a esta moda. Posteriormente prohibidos por el Kuo-min-tang, las películas de “wu-shu” desaparecieron del continente chino. Fue entonces en Hong Kong, pasada la guerra, donde encontraron un nuevo impulso y, en los años 60 y 70, una nueva edad de oro propiciada por poderosos estudios equipados para una producción industrial intensiva (Shaw Brothers, Cathay Organization). De 1965 a 1970, el “wu-xia-pian” conoció su apogeo con cineastas como King Hu y Chang Cheh.

 

Junto a estas películas ambientadas en la historia antigua, legatarias de una cultura secular y refinada, aparecieron a partir de 1971 películas menos sutiles pero trepidantes de un joven actor procedente de EE.UU., Bruce Lee, quién impuso al mundo la película de artes marciales chinas bajo la etiqueta de un arte practicado por él mismo, el kung-fu. Sus dos primeras películas en Hong-Kong, realizadas por Lo Wey, bastaron para convertirlo en una estrella internacional. Pero murió prematuramente en 1973.

 


La desaparición de Bruce Lee marcó el declive artístico de las películas de wu-shu, pese al descubrimiento de un nuevo actor-director de talento, Jackie Chan, que le dio un giro cómico al género. El éxito internacional de las películas de “kung-fu” creo una tal demanda, que algunos distribuidores poco escrupulosos la satisficieron mediante prácticas muy semejante a las que estaban en vigor en el mundo del cine X, lanzando al mercado cintas de gran mediocridad o traficando películas antiguas, mutilándolas, volviéndolas a montar y a subtitular.

 

Por último, resaltar algunas de las características del cine de artes marciales. Estos filmes no suelen preocuparse por presentar una trama complicada. Retratan un universo maniqueo, en el que las fuerzas del Bien combaten sin ambigüedad con las fuerzas del Mal. Los sutiles juegos de la complejidad dramática o psicológica no tienen cabida en este género. Se trata pues de poner el acento en las luchas físicas. Tan solo unos pocos directores supieron lucirse: los cuerpos se lanzan, se unen, se evitan, saltan, vuelan en un segundo desafiando la ley de la gravedad y vuelven a caer con ligereza componiendo una auténtica coreografía. Pero la mayoría de las películas, producidas en serie, resultan mediocres; en ellas, las luchas no son sino enfrentamientos violentos, aburridos, acompañados de trucajes pésimos, con una banda sonora ofensiva, secuencias a cámara lenta y golpes de zoom patéticos.

 

Dicho lo cual, intentemos extraer del mundo de las artes marciales, aquellas películas interesantes, puesto que también las hay. Al menos, 6 de ellas, las consideramos esenciales en su género.

 

1. La quema del Monasterio del Loto Rojo. (Huo shao hong lian si, Zhang Shichuan, 1928)

Después de ser derrotado en una pelea por una pandilla local, el funcionario local Lu Fengyang envía a su débil y enfermizo hijo Lu Xiaoqing a estudiar con un maestro de la escuela de artes marciales Kunlun. Recuperado y fuerte, llega al Templo del Loto Rojo y se queda allí para pasar la noche. Incapaz de dormir, comienza a mirar alrededor del templo palaciego y descubre una habitación decorada con muchas imágenes de demonios budistas y un altar para adorarlos. Al entrar para mirar a su alrededor, encuentra la entrada a una cueva profunda de la que emana un olor fétido y opresivo.

Esta serie china de wuxia fue adaptada de una serie de un periódico (Strange Tales of The Adventurer in the Wild Country) y lanzado en 18 partes de largometraje durante un período de 3 años (1928-1931). En su totalidad duraría 27 horas. La serie completa se considera perdida.

Estaba interpretada por Die Hu, Jie Tang y Xianzhai Wang.

 

La quema del Monasterio del Loto Rojo

2. La Fortaleza escondida (Kakushi Toride no San-Akunin, Akira Kurosawa, 1958)

Ganadora del Oso de Plata al Mejor Director (A. Kurosawa) en el Festival de Berlín en 1959 y el Premio FIPRESCI en ese mismo Festival.

Centra su acción en el Japón feudal del siglo XVI. Matashichi (Kamatari Fujiwara) y Tahei (Minoru Chiaki) son dos soldados huidos del conflicto bélico, que buscan el enriquecimiento. Cuando encuentran oro, se dan cuenta de que son vigilados por un silencioso y misterioso hombre, que finalmente resulta ser el célebre general Rokurota Makabe (Toshiro Mifune), quien utilizará a los dos soldados, ignorantes de la identidad de sus acompañantes, para transportar una gran cantidad de oro y liberar a la princesa Yukihime (Misa Uehara). Una divertida comedia de aventuras y artes marciales firmada por el gran Akira Kurosawa, que influyó notablemente en la construcción de personajes de la saga "Star Wars" de George Lucas.

 

La fortaleza escondida

3. Kárate a muerte en Bangkok (Tang shan da xiong, Lo Wei, 1971)

Dirigida por Lo Wei, con la participación de Wu Chia-Hsiang, producida en Hong-Kong.

Cheng (Bruce Lee) llega a Bangkok desde China habiendo prometido a su madre que no se metería en peleas. Nada más llegar, encuentra trabajo en la fábrica del Sr. Mi, pero descubre que la factoría es en realidad una tapadera para encubrir el tráfico de drogas y la prostitución. Dos obreros desaparecen misteriosamente y los restantes trabajadores deciden ir a la huelga. La dirección envía contra ellos a hombres armados, y es cuando Cheng decide intervenir revelando su maestría en las artes marciales y haciendo que triunfen los obreros. Entonces, el Sr. Mi hace nombrar capataz a Cheng y da una fiesta en su honor, pero cuando éste descubre las verdaderas intenciones del jefe decide enfrentarse a él con todas sus consecuencias.

 

Kárate a muerte en Bangkok

4. La furia del tigre amarillo (Xin du bi dao, Chang Cheh, 1971)

Otra producción de Hong-Kong de los años setenta, en esta ocasión, dirigida por Chang Cheh. Tercera parte de la trilogía "El Espadachín manco".

Este filme pone fin a una de las trilogías más importantes para comprender el cine de artes marciales, aunque en esta ocasión no contamos con la presencia de Jimmy Wang Yu como protagonista, realmente no llegamos a hecharle en falta como se podría esperar, ya que su sustituto, un poderosísimo David Chiang está más que a su altura.

Lei Li es un joven luchador imbatible gracias a la técnica de la Espada Gemela. Su fama llega tan lejos que Lung quiere quitarle de en medio para apropiarse de su prestigio. Lei Li tras ser derrotado por Lung en combate singular, jura no volver a practicar Kung-Fu y se corta el brazo. Su vida se hunde hasta que conoce a Feung. Una profunda amistad surge entre los dos guerreros, pero la tragedia golpea de nuevo a Li cuando su enemigo acaba con la vida de Feung... El juramento tendrá que ser revocado...

David Chiang, Li Ching, Ti Lung, Ku Feng, Chen Sing, Li Ching y Wong Chung integran su reparto.

 

5. Tigre y dragón (Wo hu cang long, Ang Lee, 2000)

Producción de Taiwán, dirigida por Ang Lee, con guión de Wang Hui-Ling, James Schamus y Kuo Jung Tsai, basado en una novela de Du Lu Wang.

Sin duda alguna, la gran sorpresa cinematográfica del año 2000. Una entretenida historia de aventuras, romances y artes marciales con una atractiva puesta en escena y espectaculares batallas, que llevó a los jóvenes -primero a los del lejano oriente, después al resto- en masa a las salas de cine. Hollywood no olvidó este atrevido cambio de género del reputado Ang Lee -"Sentido y sensibilidad", "Tormenta de hielo"- y la premió con 4 Oscars (incluido el de Mejor Película de habla no inglesa) y 2 Globos de Oro. Su reparto incluye a Chow Yun-Fat, Michelle Yeoh, Zhang Ziyi, Chang Chen, Sihung Lung, Cheng Pei-Pei, Li Fazeng, Gao Xian, Hai Yan y Wang Deming.

El filme nos habla de Li Mu Bai, un legendario experto en artes marciales, quien ha decidido dejar en herencia su espada mágica, la Espada Celestial, a su mejor amigo. Además, le pide a Yu Sha, una poderosa guerrera de la que está enamorado, que custodie la espada hasta que llegue el momento de entregarla.

No se la puede negar que es una original e interesante película.

 

Tigre y dragón

6. Hero (Ying Xiong, Zhang Yimou, 2002)

A la sombra del éxito de la taiwanesa "Tigre y dragón", en China reclutaron a su más prestigioso director, Zhang Yimou, para crear una épica superproducción sobre los reinados que gobernaron lo que hoy es el gigante asiático. El resultado también fue exitoso, pues "Hero" estuvo nominada al Oscar a la mejor película extranjera, y recibió un vendaval de elogios por parte de crítica y público. Para lograrlo pusieron al servicio de Yimou las mayores estrellas del cine de Asia (Jet Li, Tony Leung Chiu-Wai, Maggie Cheung, Zhang Ziyi, Chen Daoming, Donnie Yen, etc.), miles de extras, una historia sencilla como pocas y, sobre todo, los más hermosos decorados que se hayan podido concebir, con toda una amplia e imaginativa gama de colores y estaciones, paisajes de una belleza insuperable que harían las delicias de los directores de anuncios de colonias. ¿Y artísticamente... qué salió? Pues eso: el más bello y simple anuncio de colonia visual que se haya filmado jamás. 96 coloridos minutos de una fragancia de artes marciales y nobles sentimientos, la belleza al servicio de las pupilas. La colonia se podría llamar "Symmetry", de Zhang Yimou...

En cuanto a su trama nos habla de cuando China estaba dividida en siete reinos que se enfrentaron entre sí para conseguir la hegemonía. Al rey Qin, que vivía obsesionado con la idea de unificar China y convertirse en el primer Emperador, intentaron asesinarlo los otros monarcas. Entre los asesinos contratados, los más temibles eran Espada Rota, Nieve Volante y Cielo. Qin promete poder, riquezas y una audiencia privada a quien consiga vencer a los tres sicarios, pero es una tarea casi imposible. De modo que, cuando el enigmático "Sin Nombre" llega al palacio con las legendarias armas de los asesinos, el rey se muestra impaciente por oír su historia.

Todo un encanto visual para las pupilas que no deberían perderse. 

 

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