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martes, 4 de agosto de 2020

Blanco en blanco (Theo Court, 2019)


Título original: Blanco en blanco. Dirección: Theo Court. País: Chile. Año: 2019. Duración: 100 min. Género: Drama.  
Guión: Theo Court, Samuel M. Delgado. Fotografía: Jose Ángel Alayon. Dirección artística: Amparo Baeza. Montaje: Manuel Muñoz Rivas. Producción: Eva Chillon, Giancarlo Nasi.
Premio FIPRESCI y Mejor director de la Sección Orizzonti del Festival de Venecia 2019. Premio FIPRESCI del Festival de La Habana 2019. Sección oficial del Festival de Gijón 2019.
Estreno en Sevilla: 31 Julio 2020

Reparto: Alfredo Castro (Pedro), Ignacio Ceruti (John), David Pantaleon (Arturo), Lola Rubio (Aurora), Lars Rudolph.

Sinopsis:
En el preludio del siglo XX, Tierra del Fuego es un territorio hostil y violento, donde llega Pedro para fotografiar el matrimonio del poderoso latifundista Mr Porter. La futura esposa, apenas una niña, se convertirá en su obsesión. Tratando de capturar la belleza, traicionará al poder que domina el territorio y será despojado de sus privilegios. Pedro no podrá escapar, y acabará siendo partícipe de una sociedad que convive con el genocidio de los nativos Selknam.

  
Comentarios:
En una de sus imágenes más potentes y misteriosas, un indio emplumado de blanco y con un capirote cruza el fin del mundo como un espectro abatido y condenado. La figura podría parecer un delirio futurista pero en realidad responde a un documento etnográfico sobre los ritos ancestrales de la tribu de los ona o selk’man, cultura milenaria que antes de la colonización vivía junto a otras comunidades indígenas en la remota Tierra del Fuego de Chile y Argentina. Al hombre emplumado le observa asustado el personaje principal de “Blanco en blanco”, un fotógrafo obligado a ser testigo de una barbarie que él mismo será el encargado de congelar y perpetuar. Un personaje huraño y huidizo, interpretado por el actor chileno Alfredo Castro, sobre el que recae el peso de este inquietante segundo largometraje del hispano-chileno Théo Court.
Vestido de neowestern solemne, entre glaciar y volcánico, “Blanco en blanco” se sitúa en la conquista de un territorio en el fronterizo final del siglo XIX y el XX. Hasta allí llega este fotógrafo pionero para cumplir con el encargo de retratar a la futura esposa de un terrateniente, una niña a lo Pretty Baby, de Louis Malle, cuya belleza fascina a un personaje de moral difusa. Como un sueño destinado a ser pesadilla, deudora de obras mayores como “Jauja”, de Lisandro Alonso, la película discurre entre cuadros quietos donde la naturaleza devora los pausados planos.
Un falso silencio que esconde una violencia que no necesita ser explícita porque ya lo impregna todo. Mr. Porter, el terrateniente al que todos nombran una y otra vez de forma compulsiva y al que nadie ve, es el verdadero protagonista en la sombra. Un poder omnipresente cuyas leyes permiten el matrimonio con niñas o pisotear a las mujeres indígenas, ultrajadas como ganado. Una tensión oscura y maniquea para un relato entre lo crepuscular y lo etnográfico. (Elsa Fernández-Santos).
Recomendada.


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