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martes, 28 de abril de 2020

Música de Cine: Bernard Herrmann (1911-1975)



Su fuerte e indomable personalidad es fiel reflejo de su música, un torbellino de pasión y sentimiento que, expresada en la pantalla, se convertiría en el mayor referente para la gran mayoría de compositores cinematográficos.

Su padre, Abraham, era un emigrante judío que había llegado desde Rusia para hacer fortuna en América, la tierra de las oportunidades, y que quiso inculcar a sus dos hijos, Benny y Louis, su afición por la música. Así, les enseñó a disfrutar con su gran colección de discos de ópera y conciertos sinfónicos, y les regaló a cada uno de ellos un instrumento musical. A los ocho años, Benny deja patente su mal genio y rebeldía cuando el profesor de música le regaña y le rompe el violín en su cabeza. Estudia en la escuela pública de la ciudad, siendo un entusiasta de escritores como Eugene O´Neill y D. H. Lawrence, al tiempo que asiste a conciertos en el Carnegie Hall. Allí, queda obnubilado a sus 13 años por la música de Hector Berlioz, marcándole en su decisión de convertirse en compositor.

A los 16 años se matricula en el instituto DeWitt Clinton, donde tiene como profesor musical a Gustav Heine, quien le enseña las técnicas básicas de composición, mientras forma un trío musical con él tocando el violín, su hermano el violonchelo y su compañero de pupitre, Jerome Moross, el piano. Pronto se interesa por el estilo y ritmos de compositores clásicos americanos como Charles Ives, Carl Ruggles, Aaron Copland o George Gershwin. Sigue sus estudios en la universidad de Nueva York y en Juilliard, y cursa composición con Philip James y dirección de orquesta con Albert Stoessel.

En 1931 forma la New Chamber Orchestra, formación con la que realiza conciertos de música clásica; y en 1934 es contratado como director y compositor para la cadena de radio CBS, participando en algunos programas de éxito como “Columbia Workshop” y “The Mercury Theatre”. Es en esta emisora donde conoce a su primera esposa, Lucille Fletcher, una escritora de dramas radiofónicos tan populares como “Sorry, Wrong Number” (después convertida en obra de teatro, y en una famosa película con Barbara Stanwyck), que también ayudó a su marido en el libreto de su ópera “Wuthering Heights”. Se divorciaron en 1948.

Herrmann y Welles

En 1938 colabora con Orson Welles en la música de un especial que él mismo dirige e interpreta, “La Guerra de los Mundos”, sobre la novela de H.G. Welles, que cuenta una invasión marciana. El programa causa el mayor impacto de la historia de la radio, con escenas de pánico entre la población, que creyó a pies juntillas la narración de Welles. En 1941 ambos vuelven a trabajar en otra adaptación radiofónica, “The Happy Prince”, y ese mismo año Welles encuentra financiación en la RKO para su película "Ciudadano Kane", donde vuelve a contar con la música de un Herrmann que entraba con letras de oro en el mundo de la composición cinematográfica, consiguiendo además su único premio de la Academia por su segunda película, "El hombre que vendió su alma".

Durante los 50, su carácter va transformándole en un individuo antisocial, agresivo y solitario, descontento con su profesión y convencido de que todo a su alrededor era negativo. Su prepotencia musical la consolida con un estilo personal, acorde con su melancólico estado de ánimo, en las cuerdas obsesivamente románticas de "Jane Eyre", "El fantasma y la señora Muir" y "Las nieves del Kilimanjaro".

En 1955 se produce su afortunada relación profesional con Alfred Hitchcock, complementándose ambos a la perfección (a pesar de la condición de maníaco depresivo de Herrmann) y desarrollando hasta el límite su innovación musical en el lirismo de "Vértigo", el fandango percusivo de "Con la muerte en los talones" y los violentos violines en forma de grito de la clásica escena de la ducha de "Psicosis". Resulta éste el periodo más dichoso en la etapa del músico, volviéndose a casar con una muchacha llamada Norma Sheperd, trasladándose a vivir a Londres y disfrutando plenamente de sus bandas sonoras. 

Herrmann y Hitchcock

La enorme influencia que la música estaba aportando a las imágenes del "mago del suspense" Alfred Hitchcock, hizo que éste rechazase sorprendentemente su música para "Cortina rasgada", algo que resultó mortal para la frágil mentalidad de Herrmann. Dicha decisión originó la dimisión de su cargo en la Academia, además de que Herrmann fue a partir de entonces rechazado por los productores, en la época del declive de los grandes estudios. Por ello, durante ocho años, vagó errante por Europa, encontrando proyectos algo forzados como los de François Truffaut (en "Fahrenheit 451" y "La novia vestía de negro") y Brian De Palma, ambos enormes admiradores de la técnica de Hitchcock.


Su regreso a Estados Unidos, en 1973, coincide con ese "revival" de tintes "hitchcockianos" auspiciado por Brian de Palma, quien le contrata para "Hermanas" y la soberbia "Fascinación". Cuando su acercamiento al inquietante jazz de "Taxi Driver" parecía iniciar una nueva etapa en su ya dilatado genio creativo, Herrmann falleció mientras dormía a las pocas horas de terminar la grabación de la partitura, precisamente en la Nochebuena de 1975. Atrás dejaba un curriculum plagado de obras maestras que aún hoy siguen siendo referenciadas por multitud de autores. 


Una docena de Bandas Sonoras imprescindibles:

·        1941: Citizen Kane (Ciudadano Kane)
·        1941: The Devil and Daniel Webster (El hombre que vendió su alma)
·        1947: The Ghost and Mrs. Muir (El fantasma y la señora Muir)
·        1951: The Day the Earth Stood Still (Ultimátum a la Tierra)
·        1955: The Trouble with Harry (Pero... ¿quién mató a Harry?)
·        1958: Vertigo (Vértigo/De entre los muertos)
·        1959: North by Northwest (Con la muerte en los talones)
·        1960: Psycho (Psicosis)
·        1963: Jason and the Argonauts (Jasón y los argonautas)
·        1964: Marnie (Marnie, la ladrona)
·        1966: Fahrenheit 451
·        1976: Taxi Driver




Os dejamos con una suite de la banda sonora de “Psicosis” interpretada por la BBC Concert Orchestra, conducida por Keith Lockhart en el Royal Albert Hall.


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