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lunes, 21 de octubre de 2019

Mis terrores favoritos... Fco. Javier Bernet


Desde la frivolidad más absoluta, se podría decir que me apasiona el cine de terror, es quizás el género cinematográfico que más pasiones levanta en la butaca y desde la pantalla de una televisión, pero también podría inferirse que muchas de las obras maestras del séptimo arte, han sido engendradas desde el terror.
Se pueden hacer muchos itinerarios de las mejores, desde el ámbito de los directores que las realizaron, desde los temas que abordaron, pero también desde el ámbito de las sensaciones que produjeron a los espectadores, en este caso a mí mismo en las diferentes butacas en las que las disfruté, o quizás más bien en la que las padecí, o en las que me horrorice, que es posiblemente, la razón esencial por la que nos acercamos a visionarlas, la mezcla de horror y fascinación que nos producen.
En este discurrir por las que considero mejores, en estas fechas cercanas de la festividad tan anglosajona de Halloween o nuestro día de los difuntos, y me han hecho sentir lo que realmente se pretendía con sus argumentos, realizaré un listado de las películas que en el terror han hecho historia, y como de alguna manera, han formado parte de mi vida cinéfila.


1. Drácula. (Tod Browning, 1931)
Ésta es una de las primeras versiones sobre el mítico vampiro. Fue realizada por la Universal, productora especializada en el cine de terror y dirigida por el genial Tod Browning. El conde Drácula abandona los Cárpatos y se traslada a Occidente, llevándose como sirviente a un contable. Una vez instalado, se enamora de una joven que ya está prometida. Empieza a a visitarla por las noches y va bebiendo su sangre poco a poco para convertirla así en su esposa. Pero el malestar que sufre la joven alerta a su familia, que busca la ayuda del doctor Van Helsing.
Es un clásico del terror, lo que más me fascina cada vez que la veo, es esa ambientación del film, tan gótica y esa sensación de magnetismo que el gran Bela Lugosi, como el conde,  irradiaba con cada fotograma; ese miedo ancestral que producen los vampiros, a la par terribles y elegantes, ese muerto diurno en su ataúd perfecto y tétrico a la par. Es una de las cintas, que desde mi infancia televisiva, descubrí y me acerco a un mundo cinematográfico de clásicos y monstruos, esos que interrumpían tu sueño nocturno, con pesadillas de lo más variado.
Son muchas las versiones que se han realizado sobre el Noble de Transilvania, incluso de mejor factura que está, cabe recordar la versión de Coppola, las versiones de la Hammer, etc., pero bien es cierto que el cine va asociado a las emociones y los momentos vitales de los espectadores, por ello en mi caso elijo al Drácula de la Universal, de este universo clásico y duradero.
                                                    

2. Psicosis. (Alfred Hitchcock, 1960)
Marion Crane (Janet Leigh), una joven secretaria, tras cometer el robo de un dinero en su empresa, huye de la ciudad y, después de conducir durante horas, decide descansar en un pequeño y apartado motel de carretera regentado por un tímido joven llamado Norman Bates (Anthony Perkins), que vive en la casa de al lado con su madre.
Difícil hacer un listado de películas de terror y no incluir al gran Alfred Hitchock, que era definido como el maestro del terror, otro problema sería el seleccionar una película del maestro, cuando fue muy prolífico en la producción y realizó grandes obras, casi todas incluidas en nuestro inconsciente colectivo.
Pájaros que de ser adorables, terminan siendo depredadores, personas que tras ser confundidas con asesinos, son perseguidas por todo el país, mujer que es víctima de su malvada ama de llaves, e incluso miedo a ducharnos con la cortina echada en la bañera, porque podría entrar alguien, no escucharla y terminar siendo apuñalados.... todo lo que creó el maestro para asustarnos, se mantiene por generaciones y los jóvenes que vean sus películas, o los imitadores, crearan situaciones parecidas, que inciten a sentir miedo con otras historias, pero con ideas del genial Alfred.
Seleccionar esta película es quizás causado por entre otras cosas, porque pude visionarla en pantalla grande en un cine de verano en la playa donde veraneaba de pequeño, no sabíamos mis primos y yo que película era y al final acabamos casi sentados en la misma silla, del miedo que teníamos, éramos niños y esta historia y su desarrollo sería un descubrimiento, que me acompaña cada vez que la veo.
Comenzando con unos títulos de crédito excepcionales, de Saul Bass, y una partitura auténticamente terrorífica, del maestro Bernard Hermann, te adentras en un historia de robo, que convierte a una buena chica en la asesinada a la mitad de la cinta, extraño que la protagonista muera a la mitad, y que nos va enseñando como el personaje de Bates, joven extraño y gris, forma parte de este asesinato, pero no sabemos porque, lo cual no es desvelado hasta al final de la cinta, como buena película de misterio.
Destinada en principio para la televisión, con actores de la nómina del estudio, se pensó como un subproducto menor, incluso rodado en blanco y negro, pero que por el desarrollo de su realización, por la maestría en el montaje, nadie puede olvidarse de la secuencia de la ducha, y por como fue estrenada, el propio director prohibió que se contara su argumento, y nadie podía entrar en el cine una vez empezada. Generó una película mito, un clásico que arrasó en taquilla, siendo de las películas más baratas de Hitchcock, a la par que lo relanzó como director estrella y permitió mucha más conexión con el gran público, más de lo que ya era entonces. 
                                             

3. La noche de los muertos vivientes. (George A. Romero, 1968)
Las radiaciones procedentes de un satélite provocan un fenómeno terrorífico: los muertos salen de sus tumbas y atacan a los hombres para alimentarse. La acción comienza en un cementerio de Pennsylvania, donde Bárbara, después de ser atacada por un muerto viviente, huye hacia una granja. Allí también se ha refugiado Ben. Ambos construirán barricadas para defenderse de una multitud de despiadados zombies que sólo pueden ser vencidos con un golpe en la cabeza. 
Este clásico de George A. Romero, de bajo presupuesto, consiguió ser un éxito de público e inició todo un subgénero de “zombies”, que trasciende hasta nuestros días. En fotografía en blanco y negro, que la hacía ser quizás, una película de mayor sensación en el espectador, más fría y espeluznante. Una sanguinolenta revisión de los códigos de los films de terror realizados hasta la fecha que tuvo influencia en posteriores directores como David Cronenberg, Tobe Hopper o Sam Raimi. No ha perdido de su fuerza original, quizas porque esta película generó toda una saga de imitadoras.
   
                                        
4. La residencia. (Narciso Ibánez Serrador, 1969)
La señora Fourneur (Lili Palmer) es la directora de una residencia para señoritas. Sus estrictos métodos no son del agrado de las alumnas; de hecho, tres se han fugado recientemente, sin que se haya vuelto a saber de ellas. Cuando Teresa llega al internado, pronto se entera de cuáles son las normas y del control que sobre las chicas ejerce Irene, una despiadada jovencita que se ha convertido en la predilecta de la directora. En el edificio también vive Luis, el hijo de la directora, quien se ve en secreto con una de las chicas, huyendo de la sobreprotección de su madre. Además, Luis suele espiar a las alumnas, pese a las reprimendas de su madre.
Elegir al maestro Ibáñez Serrador como uno de los grandes, es quizás imprescindible para hacer honores a este gran realizador de cine y televisión, versátil en cuanto a contenidos, pero excelso en el género de terror, comenzando con sus “Historias para no dormir”, que posibilitaron a varias generaciones de televidentes precisamente que tuvieran dificultades para conciliar el sueño.
La película de “La Residencia” es un clásico del terror español, de estilo gótico, con unas localizaciones excepcionales y unos interiores perfectos para la historia narrada. El director incluye actrices y actores anglosajones, para que la película tuviese posibilidad de salida al mercado de habla inglesa. El desarrollo de la historia, con los momentos de suspense y diversos “sustos”, hacía que de niño sentado en la butaca de aquel cine Maite de Sevilla, en el que se proyectaban los éxitos de la temporada, saltáramos de miedo, incluida la gran traca final.
Fue un éxito de temporada, y para aquellos que la vivimos en pantalla grande, bien en cines “de invierno o de verano” en nuestra ciudad, no podremos olvidarla fácilmente, trayendo a nuestra memoria las vivencias como espectadores.

                                            
5. El exorcista (William Friedkin, 1973)
Adaptación de la novela de William Peter Blatty que se inspiró en un exorcismo real ocurrido en Washington en 1949. Regan (Linda Blair), una niña de doce años, es víctima de fenómenos paranormales como la levitación o la manifestación de una fuerza sobrehumana. Su madre (Ellen Burstyn), aterrorizada, tras someter a su hija a múltiples análisis médicos que no ofrecen ningún resultado, acude a un sacerdote con estudios de psiquiatría. Éste, convencido de que el mal no es físico sino espiritual, es decir que se trata de una posesión diabólica, decide practicar un exorcismo. Seguramente la película de terror más popular de todos los tiempos.
Cuando un preadolescente de finales de los 70, ve esta película en los llamados “cines de reestreno”, oportunidad de poder asistir a una película de las denominadas para “mayores”; comprueba como el miedo era diferente en este film, distinto al que solíamos ver en la televisión y otras sesiones infantiles. Que abrío un camino nuevo en el cine de terror, con el subgénero de exorcismos. Que esta chica de cara angelical se convierte en un demonio con un lenguaje terrible y que la butaca del cine Rochelambert de Sevilla, ayuda poco a combatir el miedo que sientes. En muchos casos sería tu brazo el que impide seguir viendo las imágenes terroríficas, esas que no puedes dejar de ver, pero que a la par te producen un miedo atroz.
El nuevo camino que esta obra maestra del género abre en los inicios de los 70, hace que muchas la imitaran y siguiesen esa estela. El film es de un fuerza absoluta, en sus imágenes, música de Mike Oldfield, e interpretaciones de gran calado, entre otros con el bergmaniano Max Von Sydow, hizo de este producto, de gran éxito en taquilla, una obra personal de William Friedkin y un clásico de las filmotecas en el género de terror.
                                                

6. El resplandor. (Stanley Kubrick, 1980)
Jack Torrance (Jack Nicholson) se traslada con su mujer (Shelley Duvall) y su hijo de siete años al impresionante hotel Overlook, situado entre montañas en Colorado, para encargarse del mantenimiento de las instalaciones durante la temporada invernal, época en la que permanece cerrado y aislado por la nieve. Su objetivo es encontrar paz y sosiego para escribir una novela. Sin embargo, poco después de su llegada al hotel, al mismo tiempo que Jack empieza a padecer inquietantes trastornos de personalidad, se suceden extraños y espeluznantes fenómenos paranormales.
La perfección de Stanley Kubrick en la dirección y guión de esta obra maestra del terror contemporáneo, engrandece la novela sobre la que adapta la historia, del famoso Stephen King. El tempo en el que está contada, la precisión del montaje, la fotografía de la que Kubrick era un genio,  la puesta en escena en el contexto del Hotel en el que se rueda la historia, la música inquietante de la gran Wendy Carlos, el trasvase del personaje de la normalidad a la locura terrorífica, las vivencias de la madre y el niño... todos los elementos que nos hicieron y hacen sentir miedo en la butaca, y lo que es más terrible, pensar que la realidad podría ser cercana a la nuestra, son las personas normales en situaciones límite, las que en su desvarío, viven el terror.
                                           

7. Tesis. (Alejandro Amenábar, 1996)
Ángela (Ana Torrent) es estudiante de Imagen en la Universidad, está preparando una tesis sobre la violencia audiovisual. Como complemento a su trabajo, su director de tesis se compromete a buscar en la videoteca de la facultad material para ella, pero al día siguiente es hallado muerto. Ángela conoce a Chema (Fele Martínez), un compañero experto en cine gore y pornográfico, y a Bosco (Eduardo Noriega), un extraño chico, amigo íntimo de una joven asesinada en una snuff movie.
Fue el descubrimiento del cine español de los 90, un joven director de 23 años, Alejandro Amenábar, que debutaba en el largometraje con esta película tan personal e imaginativa a la par, ya había filmado dos cortometrajes y se lanza a la dirección de un film maduro y de género.
El terror psicológico que se plasma en la historia, nos lleva a sentir que esos lugares comunes, tan cotidianos, similares a los que pisamos a diario, podrían ser objeto de miedo y escenarios de terrores tan cercanos como posibles. Comprobar como una trama bien hilvanada, asesinaba a compañeras de facultad, nos hace pensar que los fantasmas están aquí, no en ultratumba.
Este film que tuvo un recorrido de público y crítica ascendente, y en el que el boca a boca promocionó, posibilitó otras formas de terror, y que pudiésemos ver nacer a un nuevo y gran director de cine. 
                                                 

Se acerca unas fechas en las que el cine de terror se pone más de moda de lo que está habitualmente, que suele ser mucho; es uno de los géneros que más palomitas vende y permite que las salas pervivan. Pero si volvemos a los clásicos del género, descubriremos que muchas de las imágenes que los autores actuales, cuentan con muchos más avances técnicos; nos permitirá saber, como muchas historias ya están contadas, pocas son novedosas, aunque las hay.
Pero para que un terror se convierta en clásico, debe hacernos sentir un miedo parecido o superior, al cabo de los años, que las películas no pierdan con el tiempo, sino que se hagan mayores y sean a modo de enciclopedias de cine.
Hay otras muchas grandes películas, este es un listado personal y particular de un espectador, pero fuera de coincidencias y desacuerdos en cuáles son nuestras películas de terror favoritas, estas son una muestra de autores que han filmado una obra que queda en las enciclopedias de cine para siempre.

3 comentarios:

  1. Querido Javier: muy buena selección de cine de terror. He visto todas las que recomiendas y de verdad me estremezco al recordarlas. Yo también las recomiendo.Besos

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  2. El comentario anterior lo ha hecho Virginia Rivas, cinéfila sevillana-

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  3. Para mí también es uno de los géneros más apasionantes desde mi infancia por las sensaciones que en mí despertaba, a pesar de las secuelas de pesadillas nocturnas

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