Páginas

miércoles, 14 de agosto de 2019

El canto de la selva (João Salaviza, Renée Nader Messora, 2018)


Título original: Chuva é Cantoria na Aldeia dos Mortos. Dirección: João Salaviza,  Renée Nader Messora. País: Brasil. Año: 2018. Duración: 114 min. Género: Drama.  
Renee Nader Messora (Fotografía), Joao Salaviza, Renee Nader Messora (Guión), João Salaviza, Renee Nader Messora, Ricardo, Alves Jr, Thiago Macêdo Correia (Producción), Vitor Aratanha, Pablo Lamar, Ariel Henrique (Sonido), Marjorie Rheaume (Dirección Artística).
Premio Especial del Jurado en la Sección “Una cierta mirada” del Festival de Cannes 2018. Premio Especial del Jurado del Festival Mar de la Plata 2018.
Estreno en Sevilla: 09 Agosto 2019

Reparto:
Henrique Ihjãc Krahô (Ihjãc), Raene Kôtô Krahô (Kôtô).

Sinopsis:
Es de noche y reina la calma en el bosque que rodea el pueblo. Cuando los vivos duermen, el bosque se despierta. Ihjãc, un joven indígena Krahô que vive en el norte de Brasil, tiene pesadillas desde que perdió a su padre. Camina en la oscuridad, su cuerpo sudoroso se mueve con cautela. Cuando se escucha una canción distante a través de las palmeras, es la voz de su padre desaparecido que llama a su hijo desde la cascada, pues ha llegado el momento de organizar la ceremonia fúnebre que concluye el duelo y permite que su espíritu llegue al pueblo de los muertos. Ihjãc decide huir a la ciudad para escapar a su deber y no convertirse en chamán. Lejos de su gente y su cultura, se enfrenta a la dura realidad que es suya, ser un aborigen en el Brasil de hoy.

Comentarios:
Premio Especial del Jurado en la prestigiosa sección “Un Certain Regard” del pasado Cannes, “El canto de la selva” transita por esos caminos, cada vez más recorridos por el cine de autor, que lindan entre la ficción y la etnografía, entre la explicitación de los rituales de paso y una elusiva, bien que interesante línea narrativa que entronca lo personal con lo colectivo, el destino previsto y el definitivamente aceptado.
Protagonizada por indígenas de la norteña comunidad Krahô, el film cuenta las dudas de su protagonista, Ihjãc, joven padre y reciente huérfano del suyo propio, a la hora de protagonizar la ceremonia ritual que dejará partir a su progenitor al Reino de los Muertos: su no resignación a la pérdida esconde, además, su rechazo a aceptar su propio destino como chamán, del que no se siente apto. Contada con el tempo propio de las sociedades que desprecian el reloj y que tienen en el juego y en el trabajo no estresante su verdadero sentido de la vida, el film va más allá de su anécdota para construir un discurso sobre las dificultades que entraña hoy la condición del nativo en la sociedad brasileña, al tiempo que borda un sobresaliente trabajo etnográfico de campo: un alegato fílmico que, sin duda, habría entusiasmado a Jean Rouch, pongamos por caso… (Mirito Torreiro).
Recomendada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario