Título original: Elisa y Marcela. Dirección: Isabel Coixet. País: España. Año: 2019. Duración: 129
min. Género: Drama.
Jennifer Cox (Fotografía), Isabel Coixet y Narciso de
Gabriel (Guión), Sofia Oriana
Infante (Música), Rodar y Rodar /
Netflix España / Lanube Películas / Zenit / TV3 (Producción).
Sección Oficial del
Festival de Berlín 2019.
Estreno en Sevilla: 24 Mayo 2019 (salas) y 07
Junio 2019 (Plataforma Netflix).
Reparto:
Natalia de Molina, Greta
Fernández, Sara Casasnovas, Tamar Novas, María Pujalte, Francesc Orella, Lluís
Homar, Jorge Suquet, Manolo Solo, Milo Taboada, Manuel Lourenzo, Elena Seijo,
Luisa Merelas, Roberto Leal, Amparo Moreno, Tania Lamata, Covadonga Berdiñas.
Sinopsis:
En 1885, Elisa y Marcela
se conocen en la escuela donde trabajan. Lo que comienza como una gran amistad
termina en una relación amorosa que tienen que vivir a escondidas. Los padres
de Marcela sospechan de esta relación y la enviarán al extranjero unos años. A
su vuelta, el reencuentro con Elisa es mágico y deciden tener una vida en
común. Ante la presión social y las habladurías, ambas deciden trazar un plan:
Elisa abandonará un tiempo el pueblo para volver convertida en Mario y poder
casarse con Marcela, pero no todo será tan fácil para este amor no reconocido.
Comentarios:
Hay mujeres que se han
convertido en un símbolo. Por enfrentarse a las convenciones de su época, por
escarbar en sus contradicciones, por luchar y reivindicar sus derechos. Algunas
fueron figuras públicas y por ello fuente de inspiración, como Emilia Pardo
Bazán. Otras afrontaron la revolución de las costumbres desde la más estricta
intimidad, como Elisa y Marcela, dos jóvenes de La Coruña que fueron capaces de
ir más allá de los prejuicios para desafiar la moral de una época en la que se
acostumbraba a juzgar la diferencia.
Nadie podía contar mejor
esta historia que Isabel Coixet. Buena parte de su obra se ha centrado en la
exploración de los deseos femeninos a través de toda una serie de personajes
que se encontraban constreñidos, que necesitan liberarse de las ataduras que los
oprimían para así poder alcanzar la libertad. Quizás por esa razón, ‘Elisa y
Marcela’ es sin duda una de las películas más personales de la directora en
mucho tiempo. Se nota la delicadeza con la que trata a sus protagonistas, esas
dos chicas anónimas convertidas en iconos del feminismo por su extraordinario
coraje a la hora de sentar un precedente histórico y convertirse en el primer
matrimonio homosexual en España.
También es su película
más generosa porque da la oportunidad a sus dos extraordinarias intérpretes,
Natalia de Molina y Greta Fernández, de convertirse en el verdadero foco de
atención hasta el punto de que todo lo demás casi parece diluirse, aunque ahí
esté la elegancia en el trazo, la moderada poesía, la austeridad formal y el
carácter sensorial de la propuesta.
‘Elisa y Marcela’ se divide en varios actos.
En el primero representa el deseo reprimido. En el segundo se desata la pasión,
y en el tercero se afrontan sus consecuencias. En todos ellos encontramos una
pugna entre la pureza de los sentimientos y la hostilidad social, entre la
naturaleza purificadora y los espacios cerrados. Casi podríamos decir que es
una pieza de cámara. El espacio íntimo se sitúa como gran protagonista, pero
resulta inevitable que lo social, político y religioso terminen por
contaminarlo, de modo que esa hostilidad, de alguna manera, siempre se
encuentra presente.
Hay mucha ternura en las
imágenes que nos muestran esta relación prohibida. Es una película en la que
las emociones se sienten, se acarician. No se trata de ponerse cursi. ‘Elisa y
Marcela’ es mucho menos pretenciosa y repipi de lo que pudiera parecer a simple
vista. Es una película tan humilde como sus personajes, que leen a Emilia Pardo
Bazán y sueñan con un mundo mejor, más justo y más libre. (Beatriz Martínez).
Recomendada.