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lunes, 20 de mayo de 2019

Sombra (Zhang Yimou, 2018)


Título original: Ying. Dirección: Zhang Yimou. País: China. Año: 2018. Duración: 116 min. Género: Wuxia.  
Zhao Xiaoding (Fotografía), Li Wei, Zhang Yimou (Guión), Lao Zai (Música), Ellen Eliasoph, Zhang Zhao, Pang Liwei, Liu Jun (Producción), Lian Jie, Zhang Zhao, Edward Cheng (Producción ejecutiva), Yang Jiang, Zhao Nan (Sonido).
Presentada en la Sección Oficial del Festival de Venecia 2018 (fuera de concurso).
Estreno en Sevilla: 17 Mayo 2019.

Reparto:
Deng Chao (Jing Zhou /Zi Yu), Sun Li (Xiao Ai), Zheng Kai, Wang Jingchun (Lu Yan), Hu Jun (Yang Cang), Guan Xiaotong (Qing Ping), Lei Wu (Yang Ping).

Sinopsis:
El condado de Pei (Peixian) está bajo la administración de un rey salvaje y peligroso (Zheng Kai). El comandante militar de su ejército (Deng Chao), aunque ha demostrado su valía en el campo de batalla, se ve forzado a emplear toda clase de sucias estratagemas para poder sobrevivir a las traiciones que se suceden en la corte del rey. Para ello ha creado una "sombra" (interpretada por el propio Chao), un doble que es capaz de engañar al mismísimo rey y a sus enemigos cuando la situación lo requiere. Cuando el rey y el comandante deciden asediar la ciudad amurallada de Jing, comenzará un combate sin igual que sacudirá los cimientos de la corte de Peixian.

Comentarios:
Zhang Yimou presentó en Venecia, fuera de competición, una enérgica maravilla que, de golpe, nos devolvió la versión más lírica, violenta y desenfada del director de 'La casa de las dagas voladoras'.
El cineasta, que recibió el premio “Glory to the Filmmaker a toda su carrera, se limitó, como tocaba en la jornada, a exhibirse. Esta vez, sin embargo, en todo su esplendor.
'Ying' (Sombra) cuenta la historia de un guerrero condenado a habitar, como enseña el título, en lo oculto. Eso o algo mucho más grave. En realidad, Yimou juega a enredar las historias de princesas, emperadores, traiciones y batallas en una especie de misterio milenario dentro de un enigma envuelto en un acertijo. Y todo ello en un extraño escenario donde no deja de llover ni un triste segundo de sus segundos tristes. Llueve sí, pero por dentro. Es género 'wuxia' con la misma claridad que poema épico, que no hípico.
De la mano de una fotografía algo más que saturada a las puertas mismas de un blanco y negro abisal, cada pelea es ofrecida como una danza sin tiempo. Y ahí que es convocado el espectador a una suerte de ritual casi sagrado. Es cine fantástico por visionario, por iluminado, por bello, por sencillamente irreal. Los que aún recuerdan con entusiasmo (como se debe) la pelea sobre el bosque de bambú de las dagas voladoras, ahora tendrán opción de ampliar el repertorio de milagros marciales. Cómo no rendirse a la más surreal de las escenas protagonizada por unos guerreros a lomos de, atentos, paraguas. Sí, paraguas.
Dicho lo cual, ¡gloria a Zhang Yimou! (Luis Martínez)
Recomendada.

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