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martes, 5 de marzo de 2019

Van Gogh, a las puertas de la eternidad (Julian Schnabel, 2018)


Título original: At Eternity's Gate. Dirección: Julian Schnabel. País: USA. Año: 2018. Duración: 111 min. Género: Drama.  
Louise Kugelberg, Julian Schnabel (Montaje), Benoît Delhomme (Fotografía), Julian Schnabel, Jean-Claude Carrière, Louise Kugelberg (Guión), Tatiana Lisovkaia (Música), Jon Kilik (Producción), Charles-Marie Anthonioz, Mourad Belkeddar, Nik Bower, François-Xavier Decraene, Jean Duhamel, Nicolas Lhermitte, Deepak Nayar, Marc Schmidheiny, Thorsten Schumacher, Karl Spoerri (Producción ejecutiva), Karen Muller Serreau (Vestuario), Laurent Soulet (Casting).
Copa Volpi al Mejor Actor en el Festival de Venecia 2018. Nominada al Oscar a la Mejor Interpretación Protagonista Masculina 2018 (William Dafoe).
Estreno en Sevilla: 1 Marzo 2019.

Reparto:
Willem Dafoe (Vincent Van Gogh), Rupert Friend (Theo Van Gogh), Mads Mikkelsen (El cura), Oscar Isaac (Paul Gauguin), Anne Consigny (La profesora), Mathieu Amalric (Dr. Paul Gachet), Emmanuelle Seigner (Madame Ginoux), Niels Arestrup (Loco), Amira Casar (Johanna Van Gogh), Vincent Perez (El director).

Sinopsis:
1886, Arlés. El pintor holandés post-impresionista, Vincent van Gogh, huye del bullicio de París y se refugia en un pequeño pueblo de Francia. Allí es tratado amablemente por algunos y brutalmente por otros.
Madame Ginoux, la propietaria del restaurante del pueblo se apiada de su pobreza y le regala un libro de contabilidad, que Vincent llena de dibujos. Pero sus continuos cambios de humor hacen que varios vecinos le tengan miedo. Su mejor amigo Paul Gaugain le adora, pero acaba huyendo de su lado debido a la abrumadora personalidad de Vincent, y su hermano y comerciante de arte Theo le apoya incondicionalmente, pero no logra vender ni una sola de las pinturas del artista.
En esta tumultuosa época, Vincent pinta las obras maestras espectaculares que son reconocibles en todo el mundo hoy en día.

Fotograma de "Van Gogh, a las puertas de la eternidad"

Comentarios:
A Julian Schnabel se le puede considerar como a un artista respetado, y tiene obra que lo certifica como pintor y como cineasta, y tanto en su primera película, «Basquiat», como en esta última, dedicada a Van Gogh, funde su dualidad expresiva para acercarse y rodear al personaje. El cine y la literatura han intentado atrapar en varias ocasiones al pintor holandés, su indescifrable interior y su singularísima mirada (Minelli en «El loco del pelo rojo», Kurosawa en «Sueños» o el filme de animación «Loving Vincent»), y ahora la propuesta de Schnabel aporta escasas novedades a lo conocido de su biografía, pero sí contribuye con cierta originalidad a la fusión de su paisaje interior con el de su proceso creativo.
Lo mejor de la película es esta (con)fusión, la idea de soledad y dependencia del hombre (un pobre hombre, en realidad) junto a la de aislamiento e independencia del artista, además de la interpretación que hace Willem Dafoe de la lucidez y al tiempo simplicidad de alguien desterrado en su tiempo y nostálgico ya del éxito abrumador en los siglos venideros. Visualmente, Schnabel atrapa lo cromático de sus interiores y de su obra en muchos momentos, la angustia y la explosión en el lienzo.
Aunque deja en esbozo la relación que mantuvo con su hermano Theo y Paul Gauguin, tan bien recogidas por la literatura en «Cartas a Theo» o por la película de Minnelli (Anthony Quinn ganó un Oscar como Gauguin). Cuando más lejos llega el rastreo de Schnabel, al abismo de Van Gogh y del arte en general, es en esa conversación íntima del pintor con el cura que interpreta Mads Mikkelsen. Ideas, sentimientos, presagios, certezas. (Oti Rodríguez Marchante)
Recomendada (con reservas).


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