Páginas

lunes, 11 de febrero de 2019

Campeones (Javier Fesser, 2018)




Título original: Campeones. Dirección: Javier Fesser. País: España. Año: 2018. Duración: 124 minutos. Guión: David Marqués, Javier Fesser. Producción: Gabriel Arias-Salgado, Álvaro Longoria, Luis Manso. Fotografía: Chechu Graf. Montaje: Javier Fesser. Música: Rafael Arnau.

Intérpretes: Javier Gutiérrez (Marco Montes), Athenea Mata (Sonia), Juan Margallo (Julio), José de Luna (Juanma), Sergio Olmo (Sergio), Jesús Vidal (Marín), Gloria Ramos (Collantes), Alberto Nieto (Benito), Julio Fernández (Fabián), Jesús Lago (Jesús), Fran Fuentes (Paquito), Roberto Chinchilla (Román), Stefan López (Manuel), Luisa Gavasa (Amparo), Luis Bermejo (compañero de Sonia).

Sinopsis: Marco, un entrenador profesional de baloncesto, tiene que acatar la sentencia de ponerse al frente de un equipo de personas con discapacidad, si quiere eludir la cárcel.

Parte del elenco de Campeones

En la 33 Edición de los Premios Goya otorgados en Sevilla, dos películas sobresalieron como triunfadoras: El reino, de Rodrigo Sorogoyen, y Campeones, de Javier Fesser. Podía esperarse que si El reino iba cosechando tantos premios a lo largo de la noche, y premios de peso (sonido, montaje, música, guión original, interpretación protagonista y de reparto y mejor dirección), se llevara también el de mejor película. Pero hubo sorpresa por más que Loles León sí se lo hubiera imaginado (te lo he dicho, te lo he dicho).

Aunque Campeones solo obtuvo tres galardones frente a los siete de El reino, uno de ellos fue el premio gordo; los otros dos, a mejor actor revelación, Jesús Vidal, y mejor canción original, Éste es el momento, de Coque Malla.

Jesús Vidal con su Goya

Quizá los académicos hayan querido premiar el valor de esta película en su conjunto, no siendo la mejor considerándola categoría a categoría. Quizá se hayan dejado ganar por el fenómeno “campeones”.

Y es que la razón del éxito que ha alcanzado esta película no hay que buscarla en sus méritos artísticos, sino sobre todo en el acierto de su reivindicación y cómo ha sabido plantearla. El campo de la Educación Especial no suele tener un tratamiento demasiado acertado en el cine. Las películas oscilan entre las que tienen un tono edulcorado de difícil digestión y las que presentan al terapeuta como un héroe con un rol cercano al del domador de leones. Obvia decir que la experiencia cotidiana no tiene nada que ver con esto.

Campeones no solo favorece la normalización al presentar la realidad sin maquillaje y, al mismo tiempo, sin patetismo, sino que visibiliza las discapacidades de los llamados “normales” (para designarlos el productor Luis Manso usó el término “no diagnosticados” en su discurso de agradecimiento), que son los que aprenden de los llamados “discapacitados”. De ahí la utilidad pedagógica de la película.

Javier Fesser da instrucciones durante el rodaje

Esto de la utilidad pedagógica en el arte es muy arriesgado: puede conllevar un tono didáctico infumable, o ser directamente pedante. Pero no hay peligro si el que está al mando de todo se llama Javier Fesser. El humor, que lleva el sello de la familia Fesser (impagable el agradecimiento improvisado del director al patrocinio de la gala por parte de Super Glue 3) es la mejor arma para que un mensaje se asimile con naturalidad y llegue a un público amplio: más de tres millones de espectadores han acudido a las salas de cine para verla.

Las propuestas de Javier Fesser siempre han sido originales. Desde sus comienzos ha mostrado interés por dar oportunidad al invisible y fijarse en lo diferente. Su primera película, El milagro de P. Tinto (1998), fue la pista de lanzamiento de los actores Emilio Gavira y Javier Aller (fallecido éste el pasado año) y supuso el primer y único papel protagonista de Luis Ciges en un largometraje después de 40 años de profesión.

Además suele acercarse a sus personajes con ternura y, al mismo tiempo, sin condescendencia, equilibrio difícil de conseguir. Así es la mirada que nos ofrece de Mortadelo y Filemón en dos de sus largos, de muchos de los personajes de sus cortos y de los campeones de la película en cuestión.

El tratamiento de los personajes, de lo mejor

En esta ocasión sí difiere la estética visual tan particular del director que ya empezara a utilizar desde su primer corto, Aquel ritmillo (1995), con el que ganó el Goya a mejor cortometraje de ficción. En Campeones utiliza iluminación sencilla, movimientos fluidos de cámara en líneas generales,  abundancia de primeros planos y nada de manierismo para dar naturalidad a las secuencias y dar protagonismo a lo que realmente le interesa.

Basada en hechos reales, en cuanto que se inspira en el Club Deportivo ADERES de Burjassot, se nutre de la espontaneidad y peculiaridades de cada componente de Los Amigos (que así se llama el equipo de la película) para incorporarlos con naturalidad al guión.

El primer encuentro del entrenador con su nuevo equipo

La secuencia favorita de Javier Fesser, también la mía, es cuando el entrenador conoce a los nueve hombres que  en principio integran el equipo. Es el encuentro entre dos mundos, en el que se interrogan sobre el de enfrente, pero siempre con la superioridad y seguridad de la posición del entrenador interpretado por Javier Gutiérrez (nominado a mejor actor principal, esta vez se lo ha arrebatado justamente Antonio de la Torre, situación opuesta a la del año pasado). 

Primero el análisis mutuo se lleva a cabo en silencio y luego tiene lugar un diálogo imposible, sobre todo por el uso literal del lenguaje empleado por los jugadores que dificulta la comunicación y facilita las risas. A lo largo de la película también se reflejarán los distintos tempos de ejecución, las fijaciones, los tics, los miedos… y la actitud de impaciencia con la que se responde al diferente. La vida misma.

Jesús Vidal y Javier Gutiérrez

Seguramente el estrellato de la mayoría de los actores debutantes de Campeones quedará pronto en el olvido pero esperemos que su mensaje perdure, mensaje que Jesús Vidal resumió perfectamente a la hora de recoger el Goya de la manera más sucinta posible: inclusión, diversidad, visibilidad.


2 comentarios:

  1. Que buen comentario Isabel. Deseando verla.

    ResponderEliminar
  2. La verdad, es una gran película. Tal vez no sea la mejor, pero es justa ganadora del Goya por el mensaje que transmite y cómo trata el tema.

    ResponderEliminar