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lunes, 25 de junio de 2018

Willow



Este año se cumplen 30 años del estreno de Willow, una película que fracaso en taquilla y cosecho malas críticas, pero que, tras su lanzamiento en DVD, se convirtió en un film de culto, adorado por millones de amantes del cine fantástico, un género poco reconocido por las “élites culturales” del Séptimo Arte.


Y es que, Willow, escrita por George Lucas y dirigida por Ron Howard, nos transporta a un mundo épico, encantador, lleno de humor y acción. Por ello, ha conseguido ser hoy en día una de las películas de aventuras que nos vienen a la mente cuando pensamos en el género fantástico de los años 80.


       Según el propio Lucas, tenía este guion guardado en un cajón desde los 15 años y era un intento de homenajear a los enanos del “Mago de Oz”. Sin embargo, existe un gran paralelismo entre está historia y el mundo imaginado por J.R.R. Tolkien: enanos bondadosos que se convierten en héroes, magos poderosos, una misión salvadora atravesando un mundo medieval mágico, lleno de grandes peligros, un héroe “usual” que ayuda al más pequeño a conseguir el éxito en su misión… Pero Willow, en mi opinión, va más allá:

- Reivindica un protagonista diferente, un enano. Gracias al éxito de esta película, su protagonista, Warwick Davis, que conoció a Lucas haciendo de ewok en “El retorno del Jedi”, pudo desarrollar una carrera con papeles de cierta relevancia, entre los que destaca, Flitwick, el profesor duende de la saga Harry Potter. Además, Davis creó la agencia de empleo “Willow Management”, especializada en la representación de actores que no superan el metro y medio de altura.


- Ofrece, aunque no sean las grandes protagonistas, mujeres fuertes que toman decisiones importantes para el discurrir de la historia: una mujer salva a la niña en la primera escena, Kaya (la mujer de Willow) le convence de quedársela, la reina del bosque le entrega la varita mágica para Raziel… aunque, como suele ocurrir, ocupan papeles más secundarios.

- Fue una película que tuvo, para su época, innovadoras secuencias de efectos especiales como la transformación de la hechicera, para las que Doug Smythe (especialista en efectos digitales) uso el morphing, transformaciones de imágenes en tiempo real, germen de las técnicas que el propio Smythe utilizaría unos años después en Terminator 2.

       Aunque no tuvo secuelas fílmicas, Willow tuvo adaptaciones a cómic, videojuegos y una trilogía de libros. En los cómics conocemos los antecedentes de Madmartigan,  que había sido un caballero noble que arruina su reputación desertando del ejército de Galladorn (un reino destruido por la malvada reina Bavmorda), y de Sorsha, la princesa guerrera, que no era la hija biológica de la reina, sino que había sido adoptada por Bavmorda después de que esta convirtiese en piedra a sus padres. Los libros, por su parte, continúan la historia de una adolescente Elora Danan y sus amigos.


       Ahora, Ron Howard, de plena actualidad por ser el director de “Han Solo: Una historia de Star Wars”, habla de rodar un spin-off con Elora Danan de protagonista adulta. Si se lleva a efecto, esperemos que tenga calidad suficiente para no decepcionar a los amantes de la historia original.


                                                                                  Mª Carmen Santiago





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