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viernes, 15 de diciembre de 2017

Los estrenos en Sevilla de 15-12-2017



3 películas se estrenan el 15 de diciembre de 2017 en la cartelera cinematográfica de Sevilla. Dos películas estadounidenses y una española.  Decepcionante semana de estrenos en Sevilla, ya que lamentablemente, esta semana se queda sin editar en nuestra ciudad muchísimas películas que han visto su estreno exclusivo en otros lugares de nuestro país. Nos quejamos, pero de nada vale. Se quedan sin editar en Sevilla tres películas argentinas: “Una especie de familia” (Diego Lerman, 2017), “Alanis” (Anahí Berneri, 2017) y “Pasaje de vida” (Diego Corsini, 2015). Además, la candidata de Sudáfrica a los Oscars 2018, concretamente “La herida” (John Trengove, 207), una maravillosa película que pudimos ver en Sevilla hace unas semanas dentro del certamen “Andalesgai 2017”. Otra película no editada es la noruega “Intercambio por navidad” (Terje Rangnes, 2017). Como se puede apreciar, es triste la exhibición en Sevilla. Esperemos que mejore en semanas venideras. Vamos a ver que se puede ver.    



Muchos hijos, un mono y un castillo. (España, 2017). Dir. Gustavo Salmerón.  
Mejor documental en el Festival de Karlovy Vary 2017. Nominada al Goya a Mejor documental.
Podría ya considerarse como un género cinematográfico que no inauguró, pero sí le puso nombre, Pedro Almodóvar: el género «todo sobre mi madre». Y para abordarlo sólo se necesita talento, paciencia, una mirada pasional, divertida y sin pudor hacia sí mismo y los suyos, y por supuesto no una madre especial (todas lo son), pero sí capaz de comunicarse con la cámara con esa naturalidad y frescor que para sí hubiera querido Lawrence Olivier. Gustavo Salmerón, actor, comenzó hace tres lustros a arrancarle momentos, reflexiones y sentimientos a su madre, y ahora presenta este documental que es un ventanal abierto a ella y a su familia, un prodigio de extravagancia, humor seco y drama húmedo ante el que uno se defiende de la única manera posible: una trenza de sorpresa, alegría y tristeza.
El personaje central, Julita, la madre, es por completo extraordinario, comparable en fuerza y personalidad a la Carmina de Paco León, aunque distante en filosofía y «macguffin vital». En Carmina el «macguffin» era una partida de jamones y en Julita es la búsqueda y conservación de una vértebra de la bisabuela. Mujer de tres deseos, los que se enumeran en el título, y de tres sueños realizados, que habla de la muerte como si saliera de una película de Peckinpah, y que conoce y reflexiona sobre lo devastador del tiempo con apisonadora franqueza. Tan alegre y decadente como lúcida y triste. Recomendada.


Star Wars: Los últimos Jedi. (USA, 2017). Dir. Rian Johnson.
El director Rian Johnson tenía dos opciones obvias con 'Los últimos Jedi': usar 'El imperio contraataca' (1980) más o menos de la misma manera que J. J. Abrams y 'El despertar de la fuerza' (2015) usaron 'La guerra de las galaxias' (1977) -es decir, como un claro modelo- o seguir su propio camino. En lugar de escoger, ha hecho ambas cosas. Por un lado, la nueva película evoca la segunda entrega de la trilogía original no solo incluyendo palabrería sobre el destino y alusiones a asuntos como el valor y la solidaridad sino también secuencias que directamente están inspiradas en ella. Pero por otro Johnson subvierte por completo nuestras expectativas, atando cabos sueltos y desvelando misterios, cerrando abruptamente líneas narrativas y abriendo otras que desvían por completo la dirección que le suponíamos a la saga.
En ese sentido, 'Los últimos Jedi' funciona menos como la pieza central de una trilogía que como un punto culminante, que representa el final de un ciclo y el principio de otro. Los personajes hablan tan repetidamente de la necesidad de desapegarse del pasado y aceptar el futuro, y se comportan hasta tal punto de acuerdo a ello, que la película incluso llega a percibirse como una puesta en cuestión de 'El despertar de la fuerza' y de la testaruda tendencia de los fans a la nostalgia.
Al mismo tiempo, Johnson encuentra oportunidades más que suficientes para proporcionar emociones más puramente viscerales. 'Los últimos Jedi' acumula persecuciones y combates espaciales y duelos de espadas láser, y amplía significativamente el catálogo de poderes asociados a la Fuerza de una forma que quizá enfurecerá a muchos puristas. Por otro, ocasionalmente da rienda suelta a un tontorrón sentido del humor que no solo sirve para dar un respiro dramático a los héroes sino también logra quebrar la solemnidad de los villanos de un modo que los hace parecer más ridículamente humanos. Y todo eso mientras explora las psicologías de unos y otros con una profundidad de la que no se recuerda que 'Star Wars' hubiera hecho gala con anterioridad, hasta el punto de llegar a desdibujar ocasionalmente la línea que separa unos de otros.
'Los últimos Jedi' dura dos horas y media, y no todas las aventuras laterales que contiene llegan a justificar su propia existencia. Especialmente en su primera mitad, presenta dificultades combinar de forma dramáticamente vigorosa sus numerosos frentes narrativos. Pero incluso entonces resulta conmovedora por su forma de reconocer el alcance del dolor provocado por la pérdida -de aliados y amigos, de ilusiones e ideales, de confianza y esperanza y vidas humanas-, y por su confianza en que de ese traumático proceso resultará un necesario renacer. Recomendada (con reservas).


Se armó el belén. (USA, 2017). Dir. Timothy Reckart.
Nominada a Mejor Canción Original en los Globos de Oro.
¿Cómo no se le había ocurrido a nadie antes? El burro de Shrek, o algo muy parecido, bocazas, burlón, travieso y valiente —al menos a ratos—, como protagonista absoluto del camino de José y María hasta Belén, con el niño Jesús aún en el vientre, el rey Herodes como villano absoluto y una versión de los Evangelios entre el cristianismo superficial y la chiquillada animada de corte cómico. Parece la operación comercial definitiva para las Navidades: “Se armó el belén”.
Y sin embargo, el invento, quizá eficaz con los más pequeños, se antoja de vuelo muy corto en casi todos los aspectos para los adultos. Lo mejor es que la esencia del trayecto evangélico, la humanidad imperecedera de la mujer embarazada a punto de dar a luz, que no encuentra cobijo ni consuelo, sigue estando ahí en un retrato de José y María simpático y solvente, incluso en la habilidad para presentar las razonables dudas del marido sobre el embarazo sorpresa de su esposa… aunque la solución definitiva para el conflicto se exponga en fuera de campo. Pero el resto, comenzando por la excesiva presencia del slapstick y la acción, de las carreras y las caídas, protagonizadas siempre por animales con poca gracia y nula originalidad, nunca acaba de funcionar.
Colorista, con más que aceptables diseños en los escenarios y en el dibujo de fondos y detalles, pero con un convencional trazado de los personajes, todos parecidos a otros ya vistos en recientes animaciones, “Se armó el belén”, producción de la división animada de Sony en colaboración con el mítico estudio de Jim Henson, apenas se atreve con algún guiño religioso para los adultos y aún menos con un subtexto que trascienda desde la antigüedad hasta situaciones contemporáneas en cierto modo comparables.
Quizá sea mucho pedir, pero al menos nos hubiésemos conformado con que los personajes secundarios fuesen más vivaces que cargantes —la paloma, que no es el Espíritu Santo, es una lata insoportable con su lenguaje de forzado colegueo—, y con que su leve toque humanitario no hubiese estado acompañado por un puñado de baladas musicales rancias y blandengues. No Recomendada.

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