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jueves, 25 de mayo de 2017

Recordando... El viajante (Asghar Farhadi, 2016)


Título original: Forushande (The Salesman). Dirección: Asghar Farhadi. País: Irán. Año: 2016. Duración: 125 min. Género: Drama. Guión: Asghar Farhadi. Producción: Asghar Farhadi, Alexandre Mallet Guy, Olivier Père. Fotografía: Hossein Jafarian. Montaje: Hayedeh Safiyari. Música: Sattar Oraki. Departamento de Arte: Edris Azizi.

Intérpretes: Taraneh Alidoosti (Rana), Shahab Hosseini (Emad), Babak Karimi (Babak), Mojtaba Pirzadeh (Majid), Farid Sajjadi Hosseini (suegro de Majid).

SinopsisEmad y Rana deben dejar su piso en el centro de Teherán, ya que peligra el edificio.


La pareja protagonista: Emad y Rana

En la película El viajante, Asghar Farhadi nos presenta un tipo de drama en el que ya ha demostrado con creces que es un maestro, el drama en el ámbito familiar. El máximo reconocimiento internacional, el Oscar a la mejor película extranjera, lo ganó con Nader y Simin, una separación y lo ha vuelto a obtener este año con El viajante. Entre ambas, la algo inferior El pasado. Las tres tienen en común el tema de la dificultad de las relaciones entre los miembros de una familia, que a su vez se ven limitados por la sociedad en que viven.

A pesar de esto, no se repiten personajes y las situaciones que se plantean son bien distintas. Este último trabajo trata sobre un matrimonio cuya esposa es atacada en el piso al que se han visto obligados a mudarse ante el peligro de derrumbe del edificio en que vivían.

La actriz Taraneh Alidoosti

Lo primero que me llama la atención es que no se desvela el tipo de agresión sufrido. No se verbaliza siquiera entre la pareja. Es un tema tabú fruto de pertenecer a la sociedad iraní, más conservadora que la nuestra. Se le da más importancia a la pérdida del honor, a la humillación, a las habladurías, a las formas. Y por todo eso, la víctima tiene miedo de ser señalada como culpable y no denuncia.

Estamos en un país en el que rozar una pierna con otra al compartir un vehículo puede verse como intento de abuso: el marido es acusado injustamente de algo así y no se defiende.

Farhadi, que empezó su profesión en el campo del teatro, hace que este matrimonio pertenezca a una compañía de aficionados que representan Muerte de un viajante. Esto permite introducir dos niveles narrativos que enriquecen la obra. Existen paralelismos temáticos, pues ambos son relatos de humillación social y familiar en la que los protagonistas se muestran débiles y contradictorios y caminan en la misma dirección.

La familia de Majid

Un guión perfecto, premiado en Cannes, y una interpretación de actores sobresaliente (Shahab Hosseini también fue ganador en Cannes) consiguen que, a pesar de presenciar reacciones que no tienen nada que ver con las que tendrían lugar en Occidente, comprendamos unos sentimientos sinceros por más que no los compartamos (el pulso entre la pareja es extraordinario: ¿a quién sirve la venganza?, ¿a quién satisface y quién está siendo realmente vengado?).

Enfrentamiento entre Emad y Rana

La cámara, inestable en muchas ocasiones, consigue crear un ambiente inquietante. Son numerosos los planos tomados a través de los cristales fragmentados del antiguo piso. ¿Solo se desmorona el piso? ¿La pareja? ¿La sociedad o el país? Producen una sensación continua de fragilidad, de amenaza. 

El actor Shahab Hosseini

La tensión se vuelve inmensa. Hay un momento en el que parece aliviarse, pero no: precisamente por eso me resulta la secuencia más dura. Ella ha invitado al niño de otra actriz a quedarse con ellos. Prepara una buena cena y se muestra por primera vez más animada. Hasta que el marido se da cuenta del dinero que ha pagado esa cena y él, que se ha callado que fue el primero en llegar a verla herida y pudo más su deseo de venganza que el hecho de socorrerla, no puede callarse qué supone ese dinero. Opta por amargarle a ella el momento. Tremenda la severidad que subyace en esa actitud.

Shahab Hosseini ganó el premio a Mejor Actor en Cannes

Y sin embargo, no podemos dejar de intentar entender todos los puntos de vista, de cambiar la perspectiva y ponernos en el lugar del otro. Va a ser entonces que  Asghar Farhadi ha conseguido su objetivo. En el texto que leyeron dos compatriotas suyos al recoger el Oscar (el director optó por no asistir a la ceremonia en respuesta a la política migratoria de Donald Trump), decía que los cineastas intentan con sus obras crear empatía, “una empatía necesaria hoy más que nunca”.

No podemos más que esperar impacientes la nueva película de Farhadi que se rodará en nuestro país y en español, proyecto en el que iba a participar El Deseo, aunque finalmente se ha retirado. Por ahora, Ricardo Darín, Javier Bardem y Penélope Cruz serán los actores al frente de la obra. Ojalá que esté a la altura.


2 comentarios:

  1. Has despertado mi interés por ver la película. Nos cuentas mucho sin decirlo todo y tu análisis de la misma es estupendo. Buen artículo de una oscarizada película.

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  2. Gracias, Ana. He contado quizás más de la cuenta pensando que la mayoría de los que me iban a leer habrían visto ya la peli. Espero que te guste.

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