50 años sin Walt Disney

¿Cómo sería hoy el cine de animación sin la existencia de Walter Elías Disney? Es difícil contestar a esa pregunta, pero desde luego sería diferente. Por encima de todo, Disney fue un visionario del campo de la animación. Cuando todos lo consideraban un loco, supo ir más allá de las estrechas miras de su época e innovar e innovar hasta el día de su muerte, el 15 de diciembre de 1.966, pocos días después de cumplir 65 años.

Nacido en Chicago en 1.901, vivió con su familia en varios lugares durante su infancia (Misuri, Kansas City y vuelta a Chicago). Desde muy pequeño su gran afición fue el dibujo llegando a ser el historietista del periódico de su instituto. Participó en la I Guerra Mundial como conductor de ambulancias, aunque nunca llegó a entrar en combate.

A su regreso a Kansas City comenzó a trabajar en una agencia de publicidad en la que conoció a Ubbe Iwerk junto al que fundaría en la compañía Laugh-O-Gram Films, en la que produjo sus primeras películas animadas. En 1.923, tras el fracaso de ésta, decide emigrar a Hollywood con tan solo 40 dólares en sus bolsillos con la intención de abandonar la animación y convertirse en director de películas de acción real. La suerte hizo que no encontrase trabajo y fundase, junto a su hermano Roy, los estudios Disney Brothers que pasarían a llamarse en 1.926 Walt Disney Studios.

En 1.927 crea el personaje de Oswald, el conejito afortunado, un simpático animalillo que protagonizaría varios cortos. Pero será en 1928 al apostar por el cine de animación sonora, cuando obtuvo un gran éxito con el cortometraje Streamboat Willie, donde aparece su personaje más emblemático, Mickey Mouse. Para abaratar costes el propio Disney le puso su voz hasta 1.947. Con gran visión empresarial ya comenzó a comercializar productos con la imagen  del simpático ratón en 1.929.

Adicto al trabajo, en su camino innovador comienza a usar el Technicolor en 1.932 con la serie Sinfonías Tontas. Además en 1.934 nace otro de sus personajes estrella, el Pato Donald. 

En 1.938 llega su consagración definitiva con el primer largometraje de animación de la historia Blancanieves y los 7 enanitos, un proyecto desmesurado para la época que fue considerado por Hollywood como un gran logro y que tuvo muchísimo éxito comercial. Este triunfo se continuó con la adaptación de más cuentos: Pinocho (1.940), Dumbo (1.941), Bambi (1.942), Cenicienta (1.950), Alicia en el País de la Maravillas (1.951) y La Bella Durmiente (1.959).

Pero Disney también necesitaba nuevos retos. Por ello, el 1.940 produjo Fantasía, película sin un nexo argumental que no fue entendida en su momento. Más tarde, en 1.943, combina por primera vez dibujos animados y actores reales en Saludo Amigos, antecedente del primer largo de este tipo, que también produjo Disney, Mary Poppins (1.964). Incansable, asimismo realizó la serie de cortos documentales Aventuras de la Vida Real en 1.948 y en 1.954 comenzó a crear dibujos para la televisión.

Coronando su carrera empresarial en 1.955 inauguró Disneyland en California, el primer parque de atracciones de su Compañía.

A lo largo de su vida ganó 22 premios Oscar y recibió otros cuatro premios honoríficos, lo que lo convierte en la persona que ha ganado más premios de la Academia.

Pero no todo son luces en la figura de Disney, también encontramos muchas sombras. Es discutida su simpatía por los regímenes fascistas europeos anteriores a la II Guerra Mundial, aunque se sabe que se reunió con Mussolini en dos ocasiones y recibió abiertamente a Leni Riefenstahl en Hollywood en 1.938. Lo que sí es muy conocido y acreditado es su colaboración con la "Caza de Brujas" del Comité de Actividades Antiamericanas. Existen documentos que demuestran que incluso se llegaron a cambiar los guiones de algunas películas a instancias del FBI.

En el libro "El americano perfecto" (2.001) de Peter Stephan Jungk, basado en el testimonio de un ilustrador de confianza del "tío Walt" se le describe como un racista, misógino y antisemita. Entre otras muchas cosas, aquí se afirma que en los estudios las mujeres solo podían colorear, nunca dibujar.

Por otro lado, en 1.941 los Estudios Disney sufrieron una larga huelga. Aunque finalmente se llegó a un acuerdo, Disney nunca perdonó a los huelguista: algunos fueron despedidos cuando la ley lo permitió, otros se marcharon ante la hostilidad que sufrían en el trabajo. Algunos biógrafos sitúan en esta situación el origen de su gran anticomunismo.

Cinematográficamente su lado más oscuro se muestra en la incapacidad que demostró siempre para reconocer el trabajo y el mérito del gran equipo de animadores que le rodeó. La publicidad de sus estudios hacía creer al público que era el propio Disney el autor de todas sus películas.

Creador de todo un imperio en torno a la animación, su nombre es hoy considerado un icono internacional. En algo más de una década logro convertir los antes menospreciados dibujos animados en un género cinematográfico que sigue teniendo miles de seguidores.

Mª del Carmen Santiago