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domingo, 15 de noviembre de 2015

La verdad (James Vanderbilt, 2015)


Título original: Truth. Dirección: James Vanderbilt. País: USA. Año: 2015. Duración: 121 min. Género: Drama.  

Guión: James Vanderbilt (basado en el libro “Memorias”, de Mary Mapes). Fotografía: Mandy Walker. Música: Brian Tyler. Montaje: Richard Francis-Bruce. Producción: Brad Fischer, Doug Mankoff, William Sherak, Andrew Spaulding, James Vanderbilt.

Fecha del estreno: 30 Octubre 2015 (España)

 

Reparto: Cate Blanchett (Mary Mapes), Robert Redford (Dan Rather), Topher Grace (Mike Smith), Elisabeth Moss (Lucy Scott), Dennis Quaid (Coronel Roger Charles), Bruce Greenwood (Andrew Heyward), David Lyons (Josh Howard), John Benjamin Hickey, Martin Sacks,  Nicholas Hope, Aaron Glenane, Steve Bastoni, Lewis Fitz-Gerald, Christopher Stollery, Elizabeth Saunders, Andrew Fritz.

 

Sinopsis:

Elecciones estadounidenses de 2004. Inmerso el país en la guerra contra Iraq y Afganistán, todo parece indicar que George W. Bush será reelegido presidente de los Estados Unidos. La productora de noticias de la CBS Mary Mapes (Cate Blanchett) y su socio, el presentador Dan Rather (Robert Redford), descubren una historia que podría cambiar el curso de las elecciones: Bush había utilizado todo tipo de influencias para evitar ir a la guerra de Vietnam. La emisión de un programa especial que saca a la luz este hecho desata una tormenta informativa que hará que Mapes y Rather tengan que luchar para demostrar la veracidad de la noticia, poniendo la verdad por encima de los intereses políticos y económicos que se esconden detrás de los medios de comunicación.

 

Comentarios:

La verdad, así en general, no es un asunto banal. Pese al despiste que produce leer sobre ella. Aristóteles, por empezar por el más griego de todos, mantenía que "decir de lo que no es que es, o de lo que es que no es, es falso, y decir de lo que es que es, o de lo que no es que no es, es verdadero". Y claro, acto seguido, a uno se le pasaban las ganas de decir nada más. Jesús, que vestía modales de gran mesías, mantenía según Juan que la verdad nos haría libres y Tarski, mucho más modesto, sostenía que "La nieve es blanca" es verdadera si y solo si la nieve es blanca. Y así.

'La verdad', del debutante James Vanderbilt, antes guionista de 'Zodiac', es a su modo una aportación más a un debate extrañamente anclado entre la evidencia aburrida y tautológica de la exactitud y la pomposidad teatral de los redentores. Entre Aristóteles y Dios, para entendernos. De otro modo, se trata de una película tan clara, tan obsesionada por el detalle exacto como, justo es admitirlo, pretenciosa.

Digamos que el empeño de cuadrar en todo momento un discurso transparente, sin lecturas ideológicas, con una clara denuncia contra el poder de las grandes corporaciones, contra la política de despachos, contra todo lo malo, acaba por colocar la película en un pedregoso terreno de nadie. No posee la frialdad perfecta de 'Todos los hombres del presidente' ni la eficacia del mejor y más visceral cine político (y aquí nos vale desde Gavras a Loach).

Pese a todo, la estructura de 'thriller' mantiene a la película completamente a salvo desde el primer segundo. No es una obra maestra, pero funciona. Además, la brutal exhibición de Cate Blanchett, de nuevo, está ahí para que nadie respire.

La película cuenta la preparación, difusión y funestas consecuencias del episodio emitido en septiembre de 2004 por el mítico programa de la CBS '60 minutes'. Allí, la periodista Mary Mapes (Blanchett) y su equipo demostraban que George W. Bush echó mano de la familia y sus influencias para librarse de la primera línea de fuego en la guerra del Vietnam. Pues bien, lo que en un principio parecía la mayor exclusiva de la humanidad desde la presentación de los 10 mandamientos, acabó con la carrera del no menos mítico presentador Dan Rather (aquí, Robert Redford). Todo real, todo recogido en el libro de memorias de Mapes en el que el guión hace pie.

Lo que intenta dilucidar 'La verdad' es, precisamente, eso: qué significa eso que la historia y la pereza, las dos cosas, dan en llamar verdad. En la información emitida, un documento no parecía todo lo veraz que se le suponía en un principio. ¿Un simple detalle, una grave negligencia o las dos cosas? Sea como sea, el error, pues eso fue, hizo que los defensores del presidenciable y amigos de la influyente familia echará el resto para desacreditar por tierra, mar y aire a la información y, ya de paso, a los informantes.

Vanderbilt opta en todo momento por el recto camino de no tomar partido. La cinta no quiere ser un alegato ni menos un mitin. Se trata simplemente de presentar los hechos de la forma más transparente posible y así hasta convertir las oficinas de una cadena como la CBS en un laberinto de intereses cruzados donde se dirime la más importante pregunta quizá de la humanidad: ¿cuánto tiene de mentira, de manipulación, de útil y de error lo de damos por verdadero? ¿existe acaso tal cosa? Y así.

Como decíamos, se antoja tan difícil rebatir la propuesta de 'La verdad' como imposible entusiasmarse. Lo que sí es cierto es que la cinta es una más de una larga y hasta cansina sucesión de producciones a vueltas con periodistas comprometidos y medios con compromisos, como 'Spotlight'.

Y así acaba una crítica cierta porque, como dice Aristóteles, se esfuerza en decir de lo que es que es. Y así. (Luis Martínez)

Recomendada (con reservas).



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