Al fin durante esta semana está teniendo
lugar el comienzo de los Talleres de Cine 2014-2015 del Distrito Casco Antiguo
de Sevilla, concretamente el lunes, 27 de octubre (Taller del lunes) y el
jueves, 30 de octubre (Taller del jueves). Desde hace 12 años, se viene
realizando estos Talleres para satisfacer los deseos de muchos cinéfilos que se
acercan a ellos. Al frente de estos Talleres, estará como en años anteriores,
el profesor Paco Bellido.
Los Talleres se imparten en la Sala 4 del
Centro Cívico “La Sirenas”, sito en la Alameda de Hércules. Existen dos grupos
con el mismo nivel y la misma programación, pero se desarrollan en días y
horarios diferentes: Taller del Lunes (17,00 a 20,00 horas) y Taller del Jueves
(18,00 a 21,00 horas).
El título que hemos elegido para definir
nuestro Taller de Cine es “Las palabras de las Imágenes.
Descubriendo qué es el Cine”, es un título que pretende resumir el
sentido que tiene este Taller, la idiosincrasia del mismo, el objetivo final.
El alumno/a que asiste al mismo va a ser
partícipe de una experiencia formativa, en la que conseguirá percibir las
imágenes desde una perspectiva diferente, llegar a ver, en pocas palabras, el
cine desde otro plano, desde otra óptica.
Todos vemos cine habitualmente, ya sea en la
pequeña o gran pantalla, pero no todos lo vemos desde un ámbito crítico, por
ello al final de este Taller, el alumno conseguirá un mayor conocimiento que le
permita analizar las películas, verlas no sólo como instrumentos para la
diversión, sino también como manifestación creativa.
Esperemos que este año tengamos un gran curso
y nos podamos divertir aprendiendo cosa de cine como en años anteriores.
Y como aperitivo, una solemne actuación de la
gran estrella JULIE ANDREWS, que se convertirá en el Icono del Taller durante
todo este curso 2014-2015.
Como actividad inicial del curso, "Linterna Mágica" celebró el pasado
viernes 24 de octubre un nuevo encuentro en el "Pequeño
Cine-Estudio", dedicado en esta ocasión ala película “Caminar sobre las aguas” (2004), una
coproducción sueca-israelí, dirigida por Eytan Fox.
Encuentro en torno a "Caminar sobre las aguas"
La cinta nos cuenta la vida de Eyal, un agente de la inteligencia israelí
(Mossad), al que le ordenan encontrar y eliminar a Alfred Himmelman, un
criminal de guerra nazi que muchos daban por muerto, pero que aún podría estar
vivo en Alemania. Para obtener información Eyal debe aproximarse a dos de los
nietos del anciano agente nazi: Pia, que vive en Israel, y Axel, que va a visitar a su hermana y a
conocer el pais, cosa que hará en compañía Eyal, que se hace pasar por guía
profesional.
Además de Estambul y
Berlín, la película nos lleva hasta el Mar de Galilea, Jerusalén y el mar
Muerto, con imágenes de gran fuerza visual.
Aunque el conflicto entre palestinos e israelíes está presente
en el argumento, y de hecho es un tema recurrente en las películas de Fox, en este
filme el eje argumental gira en torno a las secuelas del Holocausto que aún perviven en Israel y en Alemania, y han marcado de forma decisiva a los
protagonistas de esta historia, aunque alguno no sea consciente de eso hasta el final.
En este sentido, el director se muestra partidario de superar
viejos traumas y arraigados antagonismos, claramente a favor de la comprensión,
la tolerancia y el respeto mutuo entre personas y pueblos: “Estoy
convencido de que los israelíes siguen obsesionados por el Holocausto y su
posición de víctimas; por eso no ven que se han convertido en agresores, causando
dolor y sufrimiento a los palestinos” (Eytan
Fox).
De los 9 estrenos que se
presentan esta semana en nuestra ciudad nos quedamos con la película “Dos días, una noche”, de los hermanos
belgas Jean-Pierre y Luc Dardenne, presentada en la última edición del Festival
de Cannes y proyectada en la sección oficial de la Seminci de Valladolid de
2014.
Fotograma de "Dos días, una noche"
El nuevo drama social de
los Dardanne nos cuenta la historia de Sandra, una chica que dispone sólo de un
fin de semana para ir a ver a sus colegas y convencerlos de que renuncien a su
paga extraordinaria para que ella pueda conservar su trabajo. Su marido la
acompaña para apoyarla.
Siempre atentos a la
realidad social, como en sus anteriores filmes (El niño de la bicicleta, El silencio de Lorna, El niño, El hijo, Rosetta),
de nuevo posan su mirada en la clase trabajadora belga. En esta ocasión,
incluyen en su reparto a una estrella cinematográfica como Marion Cotillard, sin
perder la historia un ápice de verosimilitud, marcada rareza en su cine poblado de actores
desconocidos o no profesionales.
EL
PERSONAJE DE LA SEMANA:
Marion Cotillard, protagonista
del filme de los hermanos Dardenne “Dos días, una noche”, se convierte en el
Personaje de la Semana.
Marion Cotillard es una actriz
y cantante francesa, nacida en París el 30 de septiembre de 1975. Ha sido ganadora
de los premios Óscar, BAFTA, César y Globo de Oro por su interpretación de
Édith Piaf en la película La vida en rosa.
Es la única mujer que ha ganado un Óscar a la mejor actriz por una película
francesa.
Entre sus últimas película
conviene destacar su participación en Origen
(2010), de Christopher Nolan; Nine
(2009), deRob Marshall; Medianoche en París (2011), de Woody
Allen; Contagio (2011), de Steven Soderbergh; De óxido
y hueso (2012), de Jacques Audiard; y Pequeñas
mentiras sin importancia (2010), de Guillaume Canet.
Su próximo trabajo se
encuentra ahora mismo en post-producción: se trata de Macbeth, una película británica que se estrenará en 2015. Está
dirigida por Justin Kurzel y con un guión escrito por Jacob Koskoff y Todd
Louiso, basado en la obra original de William Shakespeare homónima. Ella
protagonizará el personaje de Lady Macbeth y Michael Fassbender será Macbeth.
Desde hace décadas las grandes cadenas
de televisión norteamericanas, al igual que ocurre en otros países, pero en USA
con más intensidad, ya que la audiencia es mucho mayor, dedican sus esfuerzos a
la producción y distribución de grandes Series de TV, en las cuales sus
guionistas, al igual que las estrellas, muchas procedentes de la gran pantalla,
copan el mayor número de las creadas en los últimos años.
Podríamos citar muchos ejemplos, en las
cuales se ha dado cabida a rostros muy conocidos de la gran pantalla, algunos
de los cuales han cosechado en estas series éxito de público, de crítica y
grandes premios, tales son los casos de Glenn Close en “Damages”, Jessica Lange en “American
Horror History”, Matthew
McConaugheyen “True Detective”, y podríamos así hacer
una larga lista de precedentes, así como de actores que dan el salto de la
pequeña a la gran pantalla, a pesar de que esto último, suele ser más
complicado, y en ocasiones no con tanta fortuna.
Incluso las grandes cadenas, como es
el caso de la HBO, se lanza a la producción de películas para la TV, lo que
desde años veníamos llamando telefilmes, que si bien han sido el complemento
perfecto en las parrillas televisivas, su calidad en ocasiones, no ha estado a
la altura, pero sí que han cubierto las expectativas de los espectadores, así
como las de los dueños de las cadenas.
Fotograma de "The normal heart"
Esta cadena americana (HBO), antes de
la película que analizamos, había dado el salto a la producción en TV a gran
escala con cine en mayúsculas, con la realización de “Behind The Candelabra” (2013), con Michael Douglas y Matt Damon,
dirigidos por Steven Soderbergh; presentándose incluso en el Festival de Cannes
en ese año en la sección oficial.
En esta ocasión el productor, director
y guionista Ryan Murphy ('American Horror
Story', 'Come, reza y ama') se lanza una vez más tras las cámaras para
dirigir esta historia ambientada en los años ochenta sobre los intentos de
concienciación a la sociedad de un activista homosexual, sobre los inicios del
SIDA.
Además lo hace de la mano de estrellas
del cine y televisión, como Julia
Roberts, Mark Ruffalo, Matt Boomer, y Jim Parsons; en todos los casos son intérpretes,
bien premiados o nominados en grandes Festivales o simplemente con unos niveles
de audiencia espectaculares.
Las grandes estrellas de "The normal heart"
La película narra el inicio de la
crisis del VIH
en la comunidad gay de Nueva York durante la década de los años 80, y se centra en los esfuerzos de varios activistas homosexuales
y médicos simpatizantes que trataron de exponer la verdad sobre la epidemia y
solicitar ayuda para combatirla en un país empeñado en ignorar un problema que
creían únicamente de homosexuales. Gracias a esta pequeña gran lucha, el
Gobierno entendió que el problema, lejos de ser “local”, se estaba convirtiendo
en una posible “epidemia” internacional, la cual sin la aplicación de fondos
estatales, para la investigación, no podría ser erradicada.
Tras ver como un amigo cae víctima de
una nueva enfermedad que está acabando con las vidas de decenas de hombres
homosexuales, el escritor y activista gay Ned Weeks (Mark Ruffalo) se propone
crear más medidas para combatir e intentar erradicar la causa. A pesar de la
brusquedad de sus métodos para involucrar a sus familiares y amigos con la
causa, logrará hacerse oír en la sociedad estadounidense.
En la época de mayor virulencia del
SIDA, se ignoraba casi todo sobre una enfermedad que se calificó como "el
cáncer gay". El film cuenta cómo la sociedad estadounidense fue asimilando
la expansión de la gran epidemia. Es entonces cuando Weeks funda un grupo de apoyo a las víctimas de SIDA con el que
llamar la atención de los dirigentes y sensibilizar a una sociedad todavía
homófoba.
Fotograma de "The normal heart"
Quizás la película traiga al recuerdo
a otra de menor calado, aunque estrenada para el cine que fue “Compañeros inseparables” (1990) de
Norman René, cuyo núcleo argumental, tenía similitudes con esta cinta, pero que
la densidad de la misma y su repercusión fue algo más limitada.
El guionista Larry Kramer traslada a
la pantalla su propia experiencia vital en Nueva York a comienzos de los años
80.
·Taylor Kitsch como Bruce Niles.
· Mark Ruffalo como Ned Weeks.
· Julia Roberts como la doctora Emma Brookner
·Matt Bomer como Felix Turner.
·Jim Parsons como Tommy Boatwright.
Kitsch, Ruffalo, Roberts, Bomer y Parsons
El rodaje comenzó el 8 de junio de 2013, en la ciudad
de Nueva York. Algunas escenas fueron rodadas en Little Italy. [] Durante el transcurso de la
filmación, la producción fue suspendida temporalmente para permitir a algunos
de los actores cambiar su apariencia física; Bomer perdió más de 25 kg para
mostrar los estragos del SIDA en su personaje.
La película fue estrenada el 25 de mayo de 2014, sin
embargo fue proyectada en el Inside Out Film and Video Festival en Toronto (Canadá). Ha sido
editada en formato DVD y Blu-Ray en Agosto de 2014. El día de su estreno, “The
Normal Heart” fue visto por 1,4 millones de espectadores, colocándose en la
quinta posición de películas originales de HBO más vistas desde 2010. Con 16
nominaciones en los últimos premios Emmy, consiguió el de “mejor telefilm”.
La película recibió críticas positivas, elogiando la
dirección de Ryan Murphy, el guión de Larry Kramer y la transición con éxito
de la adaptación de su obra de teatro a la televisión, así como la actuación
(en particular la de los actores principales), el drama, los mensajes morales y
la producción en general.No es sólo un poderoso y desgarrador drama sino también
un documento vital de los acontecimientos previos y durante la pronta crisis
del SIDA.
Esta semana nos quedamos
con la película española “Magical Girl”, de Carlos Vermut, ganadora de la Concha
de Oro a la Mejor Película y al Mejor Director en el último certamen del
Festival de San Sebastián.
Con tan solo una película
a sus espaldas, Diamond Flash, Calos Vermut ha ido cosechando buenas críticas
en todos los sitios donde ha presentado su segundo film. Este drama neo-noir cuenta
la historia de Luis (Luis Bermejo), un profesor de literatura en paro, que trata
de hacer realidad el último deseo de su hija Alicia (Lucía Pollán), una niña de
12 años, que padece un cáncer terminal: tener el vestido oficial de la serie
japonesa de dibujos animados "Mágical Girl Yukiko". El elevado precio
del vestido llevará a Luis a poner en marcha una insólita y oscura cadena de
chantajes. En estas circunstancias, conoce a Bárbara (Bárbara Lennie), una
atractiva joven que sufre trastornos mentales, y a Damián (José Sacristán), un
profesor retirado con un tormentoso pasado. Los tres quedarán atrapados en una
oscura red, en la que instinto y razón entran en conflicto. Magnífica ocasión
para ver al siempre interesante José Sacristán. Y una advertencia, los
personajes de Vermut siempre inquietan al espectador.
Fotograma de "Magical Girl"
EL
PERSONAJE DE LA SEMANA:
Denzel Washington, protagonista
de “The equalizer: El protector”, dirigida porAntoine Fuqua, se convierte en el Personaje de la Semana.
Denzel Washington es un
actor y director estadounidense, nacido el 28 de diciembre del 1954, en Mount
Vernon, ganador de dos premios Óscar, dos Globos de Oro y un premio Tony.
De las seis nominaciones a
los Óscar (Grita libertad, Tiempos de gloria, Malcolm X, Huracán Carter,
Training Day, El aviador), Denzel se llevó el galardón en dos ocasiones, en
1989, como Mejor Actor de Reparto por “Tiempos de gloria”, de Edward Zwick; y
en el año 2002, como Mejor Actor Principal por dar vida a un policía de los
Ángeles algo corrupto llamado Alonzo Harris, en la película “Training Day”, de Antoine
Fuqua, el mismo director que firma la cinta que hoy se estrena “The equalizer:
El protector”. En 2010 ganó un premio Tony por la obra de teatro “Fences”.
Según la revista
especializada "Cahiers du cinema", el actor preparaba para 2012 la
interpretación en la gran pantalla de un biopic sobre Obama, pero esto no se ha
materializado en nada de momento.
En estos días Sevilla está sirviendo de plató para el rodaje la quinta temporada de la famosa serie de televisión “Juego de Tronos”, basada en las novelas de género fantástico de George R.R. Martin. Las localizaciones elegidas pertenecen al Real Alcázar: algunas salas y patios del Palacio Mudéjar y los jardines adyacentes serán en la ficción los “Jardines del Agua” del reino de Dorne, uno de los siete existentes en la serie ficción de la HBO. Estas estancias palatinas han sido utilizadas con anterioridad en otras grandes producciones como “Lawrence de Arabia” (David Lean, 1962), “1492: La conquista del paraíso” (Ridley Scott, 1992), y “El reino de los cielos” (Ridley Scott, 2005), todas ellas atraídas por el valor histórico y patrimonial y la singularidad artística del Alcázar sevillano. Con estas bazas tan importantes, junto con la riqueza paisajística y la bondad de nuestro clima –tan necesaria en los rodajes-, juegan organismos como “Andalucía Film Commission” y “Sevilla Film Office”, encargados respectivamente de venden Andalucía y Sevilla como platós de cine.
Otros directores, como el sevillano Alberto Rodríguez, han optado por mostrar en sus películas otra cara de Sevilla, bastante alejada de la postal y del cliché clásico que forman el Alcázar, la Giralda y la Torre del Oro, para adentrarse en una Sevilla menos vista en el cine, la que forman los barrios populares, tanto del centro como de la periferia. Es ahí donde localiza sus películas, en las que nos cuenta historias reales, de gran contenido social, protagonizadas por personajes de carne y hueso, con sus miserias y sus grandezas.
Su primer largometraje, “El traje” (2002), es la historia de dos personajes marginales, dos excluidos de la sociedad urbana: Patricio (Jimmy Roca), un inmigrante africano que subsiste gracias a la economía sumergida, y Pan con Queso (Manuel Morón), un delincuente de poca monta, un buscavidas, heredero de picaresca del siglo de oro traída a nuestros días. Tras conocerse en un albergue social, comparten su miseria en un viejo hotel abandonado en avanzado estado de deterioro.
Patricio y Pan con Queso, en el hotel abandonado donde viven en "El traje"
La Sevilla que estos personajes representan no es periférica, sino marginal, se mueven por el centro de la ciudad, pero no forman parte de él. Para Patricio, las tentativas de inserción en esta parte de la ciudad únicamente son posibles gracias a la impostura que supone vestir un flamante traje, regalado, así puede entrar en comercios y restaurantes, asistir a fiestas, e incluso flirtear con una chica guapa, que de otro modo no le hubiera prestado atención.
Su siguiente película, “7 Vírgenes” (2004) es un retrato de la vida en los barrios de la periferia de la ciudad, una periferia geográfica pero también económica y social. Los protagonistas son Tano (Juan José Ballesta) y Richi (Jesús Carroza), dos delincuentes juveniles con familias desestructuradas, la ausencia física o moral de sus progenitores la palían como pueden otros miembros de la familia: la abuela y el hermano, los amigos, etc.
Tano y Richi en un fotograma de "7 vírgenes"
Pese a estar rodada en Pino Montado y Polígono San Pablo, dos barrios de Sevilla, la historia no debe interpretarse en términos localistas (como ninguna de las películas de Rodríguez), no es una “peli de canis”, sino una crónica de un problema social extrapolable a cualquier barrio periférico de una gran ciudad, donde las deficiencias sociales y de infraestructuras se conjugan con el paro y la falta de oportunidades, generando un alto índice de delincuencia cotidiana.
Con “Grupo 7” (2012) nos acercamos a la Sevilla de finales de la década de los 80, cuando el Grupo 7 de la Brigada de Seguridad Ciudadana recibe el encargo de limpiar el centro de la ciudad de drogadictos, prostitutas, camellos y demás maleantes relacionados con el menudeo callejero de droga, ante la inminente Expo 92, que pondría Sevilla en punto de mira de medio mundo.
Rodaje de "Grupo 7" en el Palacio del Pumarejo
Rodada en la zona del Pumarejo y la Alameda, que eran entonces barrios muy degradados urbanística y socialmente, y unos de los ámbitos de actuación del Grupo 7. Su labor fue más una operación cosmética que otra cosa, pues se limitó a desplazar el problema hacia otros barrios de la periferia. Habría que esperar iniciativas más complejas y ambiciosas, como por ejemplo el “Plan Urban”, que desde 1994 sí han logrado una recuperación más efectiva de estos barros históricos.
En su mejor película, la reciente "La Isla Mínima" Rodríguez se aleja de Sevilla, la ciudad cede el protagonismo al río Guadalquivir a su paso por algunas comarcas de la provincia (también de las de Cádiz y Huelva), de las que nos ofrece toda una lección de geografía física, un levantamiento cartográfico de las Marismas y los arrozales, que a vista de pájaro parecen lugares inexistentes, oníricos y de una gran belleza, acentuada por la inquietante música de Julio de la Rosa y la efectiva fotografía de Alex Catalán. También contiene la cinta una aproximación a la geografía humana de esos pueblos del interior de Andalucía en los años 80, tiempos confusos y colores desvaídos, de reivindicación obrera, de lucha por un jornal digno, y de desencanto para muchos jóvenes, que no ven otra salida que la emigración. Nada nuevo bajo el sol.
La película “Perdida”, de
David Fincher, parece contar con la unánime posición de la crítica a su favor.
No parece que nos vaya a defraudar.
Fotograma de "Perdida"
Se trata de una película
de misterio estadounidense, basada en la novela homónima publicada en el 2012
por Gillian Flynn. Nos sitúa la acción en un caluroso día de verano, donde Amy (Rosamun
Pike) y Nick (Ben Affleck) se disponen a celebrar su quinto aniversario de
bodas en North Carthage, a orillas del río Mississippi. Pero Amy desaparece esa
misma mañana sin dejar rastro. A medida que la investigación policial avanza,
las sospechas recaen sobre Nick a pesar de que él insiste en su inocencia. Es
cierto que se muestra extrañamente evasivo y frío, ¿pero es un asesino?
La película turca “Winter sleep (Sueño de invierno)”, viene avalada por
la última Palma de Oro en Cannes.
Fotograma de "Winter sleep (Sueño de invierno)"
Narra la historia de Aydin,
un antiguo actor, que regenta un pequeño hotel en Anatolia central con la ayuda
de su joven esposa Nihal, de la que se ha distanciado sentimentalmente, y de su
hermana Necla, que acaba de divorciarse. A medida que el invierno avanza y la
nieve recubre la estepa, el hotel se convierte en un refugio, pero también en
un lugar sin salida que sirve para avivar los resentimientos. Drama familiar
sobre la incomunicación y el aislamiento donde hay que prestar atención a su
metraje: 195 minutos.
EL
PERSONAJE DE LA SEMANA:
Ben Affleck, protagonista
de “Perdida”, dirigida por David Fincher, se convierte en el Personaje de la
Semana.
Ben Affleck, nacido en Berkeley,
California, el 15 de agosto de 1972, es un reconocido actor norteamericano, que
además ha sido guionista, productor y director de cine en otras ocasiones. Ha
conseguido dos Óscar hasta la fecha, el primero junto con Matt Damon por
escribir el guión de El indomable Will
Hunting (1998) y el segundo Óscar por producir “Argo”, película triunfadora en
la edición de 2013 de los Premios de la Academia. Entre sus muchos otros
premios ganó en 2006 la Colpa Volpi en el Festival de Venecia por su
interpretación en el biopic Hollywoodland deAllen Coulter.
En la actualidad trabaja
en la preproducción de Batman v Superman: Dawn of Justice, junto al actor Henry
Cavill. Affleck será Batman y Cavill será Superman.
La película china Black
Coal, de Diao Yi’nan, viene avalada por el último certamen del Festival de
Berlín, donde fue galardonada con el Oso de Oro.
Fotograma de Black Coal
Se trata de un thriller
policiaco, interpretado por Liao Fan y Gwei Lun Mei, y sitúa la historia en 1.999,
cuando un empleado de una cantera es asesinado, y su cuerpo es repartido por
los rincones de Manchuria. El inspector Zhang (Liao Fan) se encarga de la
investigación, pero debe abandonarla rápidamente tras resultar herido durante
la interpelación a los principales sospechosos. Cinco años más tarde, se
cometen dos nuevos asesinatos en la región, ambos relacionados con la esposa de
la primera víctima. Convertido en agente de seguridad, Zhang decide retomar su
servicio. Su investigación le lleva a acercarse peligrosamente a la misteriosa
joven.
EL
PERSONAJE DE LA SEMANA:
James McAvoy, protagonista
de “La desaparición de Eleanor Rigby” , dirigida por Ned Benson, se convierte
en el Personaje de la Semana.
James McAvoy, nació el 21
de abril de 1979, en Escocia. Este actor ha estado dos veces nominados a los premios
BAFTA. La primera nominación la obtuvo en el 2006 por su interpretación como
actor secundario en la película “El último rey de Escocia”, dirigida por Kevin
Macdonald y basada en la novela homónima de Giles Foden. La segunda nominación
la obtuvo en el 2007 como actor principal en la película “Expiación”, dirigida
por Joe Wright y basada en la novela “Atonement”
escrita por el inglés Ian McEwan. Por la interpretación de este personaje, Robbie
Turner, también fue nominado ese año al Globo de Oro.
En estos momentos trabaja
en el proyecto de la película Victor Frankenstein, filme de terror en
pre-producción basado en adaptaciones contemporáneas de la novela de Mary
Shelley de 1818 Frankenstein.
Título: “El congreso” (“The Congress”). País: Israel, Alemania, Polonia, Luxemburgo, Bélgica, Francia. Año: 2014. Duración: 123 minutos. Guión y dirección: Aris Folman, adaptación de The Futurological Congress, de Stanislav Lem. Fotografía: Michael Englert. Música: Max Richter. Animación: Yoni Goodman. Reparto: Robin Wright, Harvey Keitel, Jon Hamm, Kodi Smit-PcPhee, Danny Huston, Sami Gayle, Michael Stahl-David, Paul Giamatti. Palmarés: Austin Fantastic Fest (mejor película, guión y actriz protagonista), Sitges (premio de la crítica), Premios del Cine Europeo (mejor película de animación), Tokyo Anime Award (mejor largometraje).
Sinopsis: La actriz Robin Wright (interpretada por ella misma) recibe, entrada ya en la cuarentena, una oferta definitiva de los estudios Miramount: la venta de su identidad para emplear su doble digital, inmune al paso del tiempo, en películas de diversos géneros, incluida la ciencia ficción. Veinte años después, al finalizar el contrato, la Robin de carne y hueso regresa de su retiro para acudir a un inquietante congreso sobre el futuro en el que le proponen dar un paso más allá.
Vaya por delante la ficha de esta interesante y galardonada –aunque tampoco “magistral”– película, que se está exhibiendo en nuestra ciudad desde mediados de septiembre. No pretendo, sin embargo, añadir una crítica más a las muchas que podéis encontrar en internet y en las revistas de cine, aunque sí justificar por qué la alabo pero le niego lo de “magistral”. Si la veis (o la habéis visto ya), lo tendréis claro. Es una película valiente, en la que el director israelí Aris Folman, que viene avalado por el éxito en el campo de la animación de su “Vals con Bashir” (2008), se atreve a combinar animación con actores y escenarios reales en una reflexión sobre el futuro del cine y de la propia condición humana. ¿Por qué no “magistral”? Porque tras una primera parte soberbia, con escenarios –el hangar surrealista en el que vive Robin con sus dos hijos junto a las pistas del aeropuerto– y secuencias inolvidables –el mano a mano entre Keitel y Wright en el proceso de digitalización de toda la gama de afectos de la actriz–, la hora de animación –barroca, excesiva más bien, y llena de guiños cinematográficos e históricos, de Kubrick a Confucio pasando por Marilyn–, así como la historia de la relación entre madre e hijo, no terminan, a mi modo de ver, de encajar muy bien. Uno sale del cine agotado, hasta mareado, algo molesto –esto es muy personal, lo siento– por cierto tufillo a Malick –sin redenciones, eso sí–, pero consciente de haber visto algo único y con ganas de volver a visionar en casa la segunda hora con el mando a distancia en la mano para darle al “pause” e identificar referencias.
Stanislav Lem
Mi reflexión es sobre todo acerca de Stanislav Lem (1921-2006), el gran maestro polaco de la ciencia ficción. Aparte de rarezas cinematográficas sobre las que os podéis documentar en diveros sitios web (por ejemplo, en http://cinemania.es/noticias/viaje-stanislaw-lem-en-5-peliculas/) y si dejamos de lado “El congreso”, Lem es conocido en el mundo del cine por las dos versiones en celuloide de su obra mayor, Solaris: la de Andrei Tarkovsky (1971), obra de culto entre cinéfilos, y la de Steven Soderbergh (2002), protagonizada por George Clooney. Como la de Aris Folman, las dos versiones de Solaris se alejan sobremanera de los presupuestos de Lem: la de Tarkovsky, porque se impregna de la religiosidad y del personalísimo “tempo” cinematográfico del genio ruso; la de Soderbergh, porque renuncia a la metafísica de Tarkovsky y a las paradojas y las andanadas antiacadémicas del relato original para convertirse en una tragedia amorosa bastante plana (“hasta donde yo sé” –sentenció el propio Lem al respecto– mi novela se titula Solaris, no Amor en el espacio exterior). Ahora bien, si la ciencia ficción de Lem parece condenada a la infidelidad de sus adaptadores, lo cierto es que Tarkovsky y Folman sí se mantienen fieles al escritor polaco en dos aspectos esenciales: su conciencia artística –la exploración formal, cinematográfica más que literaria, claro– y su afán de utilizar la oportunidad única que brinda el género para ofrecer una reflexión sobre el ser humano. La baja calidad literaria y el ceñirse al puro relato de aventuras fueron precisamente las acusaciones que Lem formuló contra la ciencia ficción norteamericana y que le valieron en 1976 su expulsión de la SFWA (“Science Fiction and Fantasy Writers of America”).
Cartel original de "Solaris" de Andrei Tarkovsky
Los grandes relatos de Stanislav Lem, como la propia Solaris (1961), Edén (1959), El invencible (1964), Retorno de las estrellas (1961), La voz de su amo (1968) o las series de narraciones protagonizadas por el piloto Pyrx o el astronauta Ijon Tichy, entre ellos El congreso de futurología (1971), exploran, casi siempre con un tono satírico y un hondo pesimismo sobre la condición humana, el mundo de la cibernética y el contacto con civilizaciones alienígenas, subrayando la incapacidad del hombre para superar sus limitaciones intelectuales y sociales y para comprender y comunicarse con lo que existe más allá de sus narices. Se trata de un mensaje pesimista, sumamente crítico con las aspiraciones de la ciencia, sobre el que merece la pena reflexionar cuando hace pocos días Stephen Hawking exponía su concepción de un universo cognoscible y asequible para el entendimiento humano. Lejos de Lem, Tarkovsky convirtió el planeta Solaris, ese absoluto impenetrable ante el que se estrella toda la bibliografía “solarística” (léase la espléndida novela), en un ser cuasidivino que enfrenta a quienes se le acercan con sus propios fantasmas interiores. Folman, también por sus fueros, plantea el fracaso de la humanidad y su disolución en una química virtual que se vincula con “el final del cine como lo conocemos”. Sea como fuere y con todo mi cariño hacia tantas y tan buenas películas de ciencia ficción puramente “aventurescas” que tantos y tan buenos ratos me han dado, ¡qué placer constatar que Lem, como Frank Herbert, Ray Bradbury y tantos otros, todavía siguen vivos en este género!