Tan querida en España como
al otro lado del Atlántico, en México, hoy sus dos patrias lloran la
desaparición de Amparo Rivelles Ladrón de Guevara, que falleció a las 21.30 horas
del jueves en el Hospital Fundación Jiménez Díaz de Madrid a los 88 años de
edad.
Nieta, hija, hermana y tía
de actores, Amparo Rivelles era la mayor de una larga saga de artistas. En
agosto de 2012 sufrió la desaparición de su hermano por parte de madre, el
también actor Carlos Larrañaga. Este jueves por la noche, una escueta nota
emitida por un representante de la familia informaba del deceso y añadía que
"su hija María Fernanda, su nieto, sus sobrinos los hermanos Larrañaga,
sus amigos Rosa María y Pedro, así como su familia política lamentan
profundamente tan dolorosa pérdida y rinden homenaje a una actriz y
extraordinaria mujer".
Rivelles es una de las
actrices más importantes del cine español y cuenta, entre otros, con el Premio
Nacional de Teatro y el Premio Goya a la mejor actriz. Destacó por su belleza e
inconfundible personalidad.
Debutó en Barcelona a los
trece años en la compañía escénica de su madre, María Fernanda Ladrón de
Guevara, con la comedia 'Siete Hermanas', de Leandro Navarro, y en 1940, con
quince años, hizo su primera aparición en el cine, en la película 'Mari Juana',
de Armando Vidal.
Alcanzó la fama
rápidamente y consiguió un contrato en exclusiva con la productora Cifesa, para
la que realizó alguno de sus mejores papeles en los años 40 y 50.
Entre sus interpretaciones
más elogiadas de su primera etapa están 'Eloisa
está debajo del almendro' (1943) y 'La
fe' (1947), películas dirigidas por Rafael Gil.
De esta época son también
sus filmes 'Los ladrones somos gente
honrada' (1941), 'Malvaloca'
(1942), 'El clavo' (1944), 'Espronceda' (1945, de Fernando Alonso
Casares), 'Fuenteovejuna' (1947), 'La calle sin sol' (1948), 'La duquesa de Benamejí' (1949), 'De mujer a mujer' (1950), 'Alba de América' y 'La Leona de Castilla' (ambas, 1951); y 'Un ángel tuvo la culpa' (1959). Trabajó con Orson Welles en 'Mister Arkadin' (1954) y con Tulio
Demicheli, en 'La herida luminosa'
(1957).
Viajó a México en 1957
para realizar la obra de teatro 'Un cuarto lleno de rosas', con Manolo Fabregas,
y lo que en principio iba a ser una corta estancia, se convirtió en un exilio
voluntario de más de veinte años.
Durante su estancia allí
siguió haciendo cine y teatro e irrumpió en la televisión como protagonista de
grandes seriales, al tiempo que siguió haciendo otros papeles en España.
Destaca su interpretación en 'La
madrastra' (1974), con la que la revista 'Nuestro Cine' la consideró la
mejor actriz del momento.
A su regreso a España, en
1979, reapareció en la escena con la comedia de Santiago Moncada, 'Salvar a los
delfines', y después, con 'Anillos para una dama' de Antonio Gala. Representó
en 1982 'El caso de la mujer asesinadita', de Miguel Mihura, con la que obtuvo
el premio que lleva el nombre del autor.
Junto a Lola Cardona
protagonizó 'Hay que deshacer la casa' (1986), de Sebastián Junyent, con la que
fue galardonada con el Premio Lope de Vega y con un premio Goya a mejor actriz
protagonista por la adaptación cinematográfica de José Luis García Sánchez.
Uno de sus papeles más
recordados en televisión es el de Doña Mariana, en la serie 'Los gozos y las
sombras' (1982), donde trabajó junto a su hermano, Carlos Larrañaga. Celebró
sus bodas de oro en el teatro en 1988 con 'La Celestina', en una adaptación de
Torrente Ballester dirigida por Adolfo Marsillach.
También interpretó 'La
loca de Chaillot', de Jean Girandoux, y 'Rosas de Otoño', de Jacinto Benavente,
dirigidas ambas por José Luis Alonso.
Con la película 'Esquilache' (1989, Josefina Molina) fue
nominada de nuevo a un premio Goya como actriz de reparto. En 1992 interpretó
en Madrid 'El abanico de Lady Windermere o la importancia de llamarse Wilde',
finalista al Premio Mayte de Teatro.
Junto a Alberto Closas,
protagonizó en 1993 'El canto de los cisnes' y dio vida a Paula Raíces en 'La
Regenta', de Clarín, realizada para televisión bajo la dirección de Fernando
Méndez Leite.
En 1999 estrenó 'Los
árboles mueren de pie', de Alejandro Casona, con la que recibió homenajes en
Cádiz y Santander al coincidir la gira, en 2000, con su sesenta aniversario
como actriz. Interpretó también, de 2001 a 2003, 'Paseando a Miss Daisy', de
Alfred Uhry, con la que alcanzó las 60 representaciones en gira por toda
España. Con Nuria Espert representó, entre 2003 a 2004, 'La brisa de la vida',
dirigida por Lluis Pascual.
Participó en el documental
'Sombras y luces. Cien años de cine español' (1996), de Antonio Giménez Rico, y
en la película 'El olor de las manzanas'
(1999, Juan Cruz). Su última actuación fue con 'La Duda' en 2006. Suspendió la
gira en Murcia pero fue en Santander, la ciudad que la vio debutar, donde
anunció su adiós a los escenarios.
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