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viernes, 4 de octubre de 2013

Hugh Jackman, Premio Donostia 2013





Un agradecido recibió el pasado viernes el Premio Donostia del recientemente clausurado Festival de Cine de San Sebastián, en homenaje a toda su carrera cinematográfica, recordando a otros actores a los que admira y que también fueron galardonados con la farola de plata, especialmente a Gregory Peck. "Siempre llevaré en mi corazón el Premio Donostia y a San Sebastián. Puedo decir que tengo un affaire con esta ciudad y su gente. Este día no lo olvidaré", dijo tras recibir el premio de manos del actor y director mexicano Diego Luna, que es también en esta 61ª edición miembro del jurado de la Sección Oficial.

La gala de entrega del premio fue antes de lo habitual porque Jackman debía marcharse, pero antes, el actor australiano participó en una larga y divertida comparecencia con la prensa en el Kursaal, que comenzó con un "Arratsaldeon" ("Buenas tardes" en euskara) y asegurando que en San Sebastián se sentía como en casa. "Sorprendido" por el premio, Jackman dijo que se trataba de un honor recibir el galardón de un festival tan prestigioso y recordó cómo Deborra Lee-Furnes, su mujer, fue galardonada en 1991 también en San Sebastián con la Concha de Plata a la mejor actriz por su trabajo en Waiting.


Sobre su interpretación en Prisoners, la película que presentó en esta edición, el actor australiano dijo que es "una rareza en una película de Hollywood". En Prisoners, un filme de suspense, Hughman interpreta a un "personaje oscuro", según su propia definición, un padre desesperado por la desaparición de su hija y que, ante la inacción de la policía por falta de pruebas, decide tomarse la justicia por su mano. "Nos recuerda lo fácil que es juzgar desde el punto de vista moral, pero aquí el director no da respuestas, deja que el público decida por sí mismo", explicó. "Si alguien piensa que lo que sucede en esta película no es real, les diré que he conocido situaciones peores, pero tampoco quiero, como padre, que mis hijos sean unos paranoicos, porque si pienso en las cosas que hice yo con 18 años...", explicó un sonriente Jack Hughman.

El protagonista de Los Miserables, Australia y la serie de Lobezno enamoró a San Sebastián una mañana cuando se supo que había aprovechado las primeras horas del día para pasear por la ciudad en bicicleta junto al director de Prisoners, Denis Villeneuve. Y según contó fue "fantástico, porque no había nadie". "Fui a nadar; Denis y yo anduvimos dos horas en bici y en la Universidad vimos a un grupo de alumnos fumando que me miraban como diciendo 'Ah, vale, qué más da quién sea ése'". "Lo que quiero decir -añadió- es que si quieres que te dejen en paz en España, levántate pronto", dijo.

Inevitable fue responder a muchas preguntas sobre su continuidad como Lobezno, el protagonista de la saga X-Men que lleva 14 años interpretando. Aunque no especificó cuándo será el momento de dejarlo, sí avanzó que necesitará de alguna razón importante para seguir. "Los grandes personajes siempre sobreviven a los actores que los interpretan", señaló.

Cuando poco después, un periodista le recordó el deterioro mental en el que cayeron intérpretes de otros personajes míticos como Tarzán (Johnny Weissmüller) o Drácula (Bela Lugosi), Jackman se retractó siguiendo su tono bromista. "No voy a dejar nunca Lobezno. Gracias por prevenirme", dijo entre risas.

Hugh Jackman en el Festival de Cine de San Sebastián 2013

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