Título original: On the road (En la carretera). Dirección: Walter Salles.
Países: Francia, Reino Unido, USA y Brasil. Año: 2012. Duración: 124
min. Género: Drama. Guión: José Rivera; basado en la novela de
Jack Kerouac. Producción: Charles Gillibert, Nathanaël Karmitz, Rebecca
Yeldham y Roman Coppola. Música: Gustavo Santaolalla, con Charlie Haden
y Brian Blade. Fotografía: Eric Gautier. Montaje: François
Gédigier. Diseño de producción: Carlos Conti. Vestuario: Danny
Glicker. Estreno en España: 19 Abril 2013.
Intérpretes: Sam Riley (Sal / Jack Kerouac), Garrett Hedlund
(Dean Moriarty / Neal Cassady), Kristen Stewart (Marylou / LuAnne Henderson),
Tom Sturridge (Carlo Marx / Allen Ginsberg), Viggo Mortensen (Viejo Bull Lee /
William S. Burroughs), Kirsten Dunst (Camille / Carolyn Cassady), Amy Adams
(Jane / Joan Vollmer), Alice Braga (Terry / Bea Franco), Elisabeth Moss
(Galatea Dunkel / Helen Hinkle), Danny Morgan (Ed Dunkle / Al Hinkle).
Sinopsis:
Al día siguiente de la muerte de su padre,
Sal Paradise, un aprendiz de escritor neoyorquino, se topa con Dean Moriarty,
un joven ex presidiario con un encanto arrollador que está casado con Marylou,
una mujer muy libre y seductora. El entendimiento entre Sal y Dean es
inmediato. Decididos a no dejarse encerrar en una existencia estrecha, los dos
amigos rompen sus vínculos y se lanzan a la carretera con Marylou. Sedientos de
libertad, los tres jóvenes parten a la búsqueda del mundo, de los demás y de sí
mismos.
Sam Riley |
Comentarios:
En un momento de "On the road" de Walter Salles, el viejo Bull
Lee (o lo que es lo mismo, William S. Burroughs, interpretado por un cada vez
más camaleónico Viggo Mortensen) comenta que "toda traducción es una
traición". La frase es reveladora porque se puede aplicar también a la
complicada tarea de adaptar determinadas novelas al cine.
Llevar la famosa obra de Jack Keoruac a la pantalla es una labor de
altísimo riesgo, y muestra de ello es lo que ha tardado en materializarse desde
que Coppola comprara los derechos en 1979. Ni Kerouac, ni los autores de la
llamada "generación beat", se aproximan a un Alejandro Dumas o a un
Pérez Reverte. Su forma de entender la literatura es más cercana a lo poético y
a lo espiritual que a lo teatral o a lo cinematográfico. Su lenguaje es
demasiado personal. Si fuera sencillo trasladar el monólogo interior y la
escritura automática a la gran pantalla, el "Ulises" de Joyce o
"La señora Dalloway" de Woolf tendrían más adaptaciones fílmicas y
éstas serían mucho mejores que las rodadas hasta la fecha (francamente
fallidas). Por poner sólo un par de ejemplos.
Por eso, que un realizador notable como Walter Salles (responsable de la
excelente "Estación central de Brasil" y de "Diarios de la
motocicleta") acepte el desafío con indudable admiración y cariño por las
vivencias de Kerouac, no garantiza mucho. Por desgracia. Y es que las
expectativas del gran número de lectores que amaron las aventuras de estos
"hipsters" locos por el jazz, las drogas, la bohemia, los coches, la
literatura maldita y el sexo, eran demasiado altas. Todo un hándicap.
Garrett Hedlund |
Walter Salles cuida la ambientación al detalle y se mantiene fiel al
esquema del libro, pero se defenestra al filmar con excesiva sobriedad y al
centrarse en lo accesorio y lo anecdótico (las fiestas, las drogas, la
inmadurez, lo epicúreo) en lugar de bucear en lo más hondo, en ese hastío, en
esa necesidad de vivir de un modo diferente y apasionado en el marco de una
sociedad encorsetada, en el genio y la independencia de unas personas increíbles.
Su rebeldía. De modo que, tal y como señala Rodríguez Marchante en el diario
"Abc": "Todos aquellos tipos geniales (...) no dejan en la
pantalla más que el retrato de una pandilla de tontos del haba; porque la
imagen los banaliza". Un error espectacular si se tiene en cuenta que
Kerouac, Burroughs o Ginsberg (aunque también tuvieran algo de inmaduros y de
pasados de rosca) conformaron uno de los grupos literarios más importantes y
renovadores de la literatura universal. Capaces de dar la vuelta al modo de
entender el arte para siempre. De hecho, ¿existirían las "road
movies" si no hubiera existido "On the road"?
Kirsten Dunst |
No obstante, el filme de Salles, pese a su tedioso metraje, a la falta de
gancho y de química de los actores principales (los secundarios, con Dunst,
Buscemi o Mortensen, cumplen como siempre) y la carencia de alma, puede influir
en que aquellos espectadores que aún no hayan leído las obras de los
"beatniks" se animen a hacerlo. Entonces, cuando lo hagan, cuando se
sumerjan en la prosa incandescente de Kerouac, en las descacharrantes
elucubraciones de Burroughs o en los aullidos de Ginsberg descubrirán que hubo
un tiempo en el que unos pocos escritores gozaron de la libertad con rabia. De
una libertad absoluta, tan total que incluso asusta.
De hecho, ¿no fue "Easy rider" de Dennis Hopper, esa fábula de
moteros, una adaptación "sui géneris" de "On the road"? ¿No
estaba Kerouac de algún modo en esa frase mítica: "Hablan, hablan y hablan
de libertad pero, cuando ven a alguien libre, entonces le tienen miedo"?
Quiero pensar que Dean Moriarty aún no ha muerto. (Miguel Jímenez)
Trailer de la película:
http://loqueteinteresa.es/cine/peliculas/1324-estuvimos-viendo-on-the-road-en-el-camino
ResponderEliminarCopiar y pegar...???
ResponderEliminar