En plena efervescencia de los filmes de corte
histórico, North fue contratado para escribir la banda sonora de Cleopatra
(1963), dirigida por Joseph
L. Mankiewicz, una de sus
creaciones más insignes. Si bien trabajó con música que evocaba la época, primó
un tratamiento contemporáneo que aplicó especialmente en lo romántico, para
hacer que película y personajes fueran más accesibles al público. Sin embargo, no eludió
la temática legendaria, centrada en imponentes fanfarrias y predominio del
metal.
Este tipo de cine no era la especialidad de
North, quien salvo Espartaco (1960), sólo había participado en filmes de
presupuestos muy modestos (de la mano de directores como John Huston, Elia
Kazan o Martin Ritt), pero aun así supo estar a la altura de las
circunstancias: su música no fue grandilocuente pero sirvió para engrandecer el
filme; fue cauto en lo dramático, pero expresó la felicidad y las desdichas de
la reina del Nilo. En su viaje a Egipto llegó al epicentro de los sentimientos
humanos.
Alex North siempre ha sido uno de los grandes
compositores del siglo XX. Nació en Chester, Pensylvania (EE UU), el 4 de
diciembre de 1910, y murió en Los Ángeles (EE UU), el 8 de septiembre de 1991.
Su primera partitura para el cine fue Un
tranvía llamado deseo (1951), que ayudó a que el jazz se asentara en el
cine.
Su mayor revés profesional se lo llevó en
1968. Stanley Kubrick le había encargado la música de 2001, una odisea en el espacio. North creó para él una partitura
que el propio autor consideraba como lo mejor que había hecho hasta entonces.
Pero Kubrick decidió finalmente utilizar música clásica en el film y ni
siquiera tuvo el detalle de avisar al compositor, que descubrió lo que pasaba
en la misma sala de cine durante el estreno de la película.
Fue candidato al Óscar en 14 ocasiones pero nunca
lo consiguió. Sin embargo la Academia de Hollywood reparó en parte esa
injusticia concediéndole en 1986 un Óscar honorífico por toda su carrera, el
primero que se otorgaba hasta entonces a un músico de cine.
Su filmografía es digna de ser interpretada
en salas de concierto, y Cleopatra no es, ni mucho menos, una excepción.
Es un score ecléctico y lleno de armonía, predominando las melodías de tono
sereno que describen con pulcra exactitud el devenir de unos personajes y de
unas situaciones casi siempre bordeando lo dramático.
Os proponemos escuchar el tema que lleva por título
Cleopatra de esta fantástica Banda
Sonora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario