Título original: Hermano. Dirección: Marcel Rasquin. País: Venezuela. Año: 2010. Duración: 96 min. Género: Drama.
Guión: Rohan Jones, Marcel Rasquin. Música: Rigel Michelena. Fotografía: Enrique Aular. Montaje: Carolina Aular, Juan C. Melian. Dirección artística: Maya Olde. Producción: Marcel Rasquin, Enrique Aular.
Mejor Película en el Festival de Moscú 2010. Colón de Oro a la Mejor Película en el Festival Iberoamericano de Huelva 2010.
Fecha del estreno: 24 Junio 2011 (España)
Reparto: Fernando Moreno (Daniel), Eliú Armas (Julio), Alí Rondón (Max), Marcela Cirón (Graciela), Gonzalo Cubero (Roberto).
Sinopsis:
Daniel es un delantero excepcional, un fenómeno. Julio, el capitán del equipo, es un líder nato. Ambos son hermanos de crianza y juegan al fútbol en el pequeño barrio de "La Ceniza". Mientras Daniel desea con todas sus fuerzas llegar a ser un futbolista profesional, Julio mantiene a su familia con dinero sucio y no tiene tiempo para soñar. La oportunidad de sus vidas llega cuando un cazatalentos los invita a unas pruebas en el famoso equipo de la ciudad: el "Caracas Fútbol Club". En ese momento una tragedia los sacude y deben decidir, a patadas y sobre una cancha de tierra, qué es más importante: la unión de la familia, el sabor de la venganza o el sueño de sus vidas.
Comentarios:
"Hacer deporte es hacer Patria" reza un eslogan oficial difundido con insistencia entre la juventud venezolana. No sabe este crítico si a Marcel Rasquin le quita el sueño el concepto de patria, pero Hermano, su primer largometraje, delata una convicción en el poder redentor del deporte similar a la de quienes acuñaron la frase. El fútbol aparece como verosímil excusa para revivir un modelo narrativo bastante gastado por el uso: el melodrama de ascensión, redención (y salvación) personal; en suma, aquello que los anglosajones denominan rags to riches y que identifica el trayecto del desamparo a la riqueza.
En Kids return (1996), Takeshi Kitano había contado, con su delicadeza habitual, una historia parecida, pero que alteraba la inercia del género: allí, dos malos estudiantes tomaban los caminos dispares del boxeo y la yakuza para acabar reencontrándose en un mismo limbo de desconexión y fracaso. Aquí, la atracción de las malas calles y la posibilidad de un contrato futbolístico marcan los dos polos en que se libra el pulso por la salvación, o la condena, de un par de hermanos de un problemático barrio de Caracas.
Rasquin opta por la realización enfática, el chirriante montaje musical y el periódico recurso al golpe bajo melodramático, y a ratos tremendista, para desgranar un relato que, guiado por la loable intención de reflejar una realidad problemática, acaba saboteándose a sí mismo. Hay energía y vehemencia en esta ópera prima, pero todo muere en unas formas de expresión a las que se les ha pasado la fecha de caducidad. (Jordi Costa)
No Recomendada.
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