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sábado, 9 de abril de 2011

El Museo en el cine: Escultura

En Viaggio in Italia (1954, titulada en España Te querré siempre), Rossellini narra el viaje a Nápoles de los Joyce, un matrimonio inglés interpretado por George Sanders e Ingrid Bergman, el viaje pondrá de manifiesto las grietas que amenazan la aparente estabilidad de la pareja. Nápoles supone el encuentro con el paisaje mediterráneo y con una forma de vida distinta y, especialmente, la aproximación a una cultura milenaria y deslumbrante. En este sentido, la visita de Catherine Joyce al Museo Arqueológico de Nápoles es decisiva, de la mano de un peculiar guía, recorre las salas dedicadas a la estatuaria griega y romana. La contemplación de varias esculturas de esta colección impacta a la visitante: la sensualidad de las expresiones y posturas de las figuras de sátiros, faunos y deportistas desnudos, por un lado, y los comentarios del guía sobre la vida mundana y las pasiones carnales de emperadores como Nerón o Tiberio, de otro lado, contrastan con su recatada personalidad, rígida y algo mojigata.

En esta escena Catherine comprende la insignificancia de sus problemas y la naturaleza efímera de su propia existencia, comparada con la de esas figuras imperturbables y milenarias; Rossellini valiéndose de un plano general en picado, acentúa esta desigualdad al contraponer la grandeza y la fuerza de dos esculturas monumentales -el Hércules Fernesio y el Toro Farnesio- con la pequeñez de los visitantes del Museo. Acompañémoslos en su visita:


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