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viernes, 18 de febrero de 2011

Valor de ley (Joel Coen y Ethan Coen, 2010)

Título original: True grit. Dirección: Joel Coen y Ethan Coen. País: USA. Año: 2010. Duración: 108 min. Género: Western.  

Guión: Joel Coen y Ethan Coen (basado en la novela de Charles Portis). Fotografía: Roger Deakins. Música: Carter Burwell. Montaje: Roderick Jaynes. Diseño de producción: Jess Gonchor. Vestuario: Mary Zophres. Producción: Scott Rudin, Ethan Coen y Joel Coen (Paramount Pictures, Skydance Productions, Scott Rudin Productions, Mike Zoss Productions, Amblin Entertainment).

10 nominaciones a los Oscar 2010 (incluida Mejor Película, Mejor Director y Mejor Actor). Mejor Fotografía en los Premios BAFTA 2010.

Estreno en España: 11 Febrero 2011

 

Reparto: Jeff Bridges (Rooster Cogburn), Matt Damon (LaBoeuf), Josh Brolin (Tom Chaney), Barry Pepper (Lucky Ned), Hailee Steinfeld (Mattie Ross).

 

Sinopsis:

Después del asesinato de su padre, Mattie Ross, una chica de catorce años firmemente decidida a hacer justicia, contrata los servicios del veterano agente del Gobierno Rooster Cogburn, borracho y excelente pistolero. Así ambos se ponen en camino y entran en territorio indio para dar caza a Tom Chaney en compañía de LaBoeuf, un ránger de Texas que busca al fugitivo por el asesinato de un senador...

 

Comentarios:

Solo los genios saben hacer lo mismo pero de otra manera, y la frase sirve igual para la tortilla de patatas de Ferran Adrià como para el «Valor de ley» de los Coen, que toma la novela de Charles Portis y calca la película que hizo hace medio siglo Henry Hathaway de un modo completamente distinto. Y parece como si no hubiera más pregunta que esta: pero, ¿cuál es mejor? Pues, ninguna es mejor. La historia es la misma: una niña contrata a un sheriff tuerto, bruto y borrachín para que encuentre al tipo que mató miserablemente a su padre; los personajes y los diálogos son gemelos; el punto de vista, la estructura, la tesis y la emoción son clavados y equivalentes, ¿cómo es posible, entonces, que los Coen consigan algo nuevo, con personalidad, a la altura o superior al clásico que le precede, que aporte magia, crueldad, amargura, sentido del humor, acidez, melancolía y hasta picardía a la película de Hathaway?

El arranque de cada una de ellas es también su sello: Hathaway comenzaba la historia en la casa familiar, ambiente primaveral, optimista, los personajes, la chiquilla, para después recrear el vil asesinato del padre. Los Coen prefieren ir al grano y arrancan con el cadáver del padre y el relato en off de la niña adornado en un tono de perverso cuento infantil. Una se cubre de una piel familiar, cercana, humana, diurna, cálida y la otra se recubre de negrura, comicidad, fantasía, nocturnidad, también humanidad. ¿Cuál prefiere usted?... ¿John Wayne o Jeff Bridges?... Son y dicen lo mismo, tienen el mismo parche en el ojo y en el cerebro (aunque uno, Wayne, cumple su promesa de enterrar a los muertos, mientras que el otro, Bridges, se pasa su promesa por el forro): son el mismo pero consiguen ser absolutamente distintos y provocar iguales emociones y parecida épica, y se acercan con el mismo sigilo hasta el corazón de la niña (Hailee Steinfeld).

El gran trabajo de los Coen consiste en cambiarle el clima al trayecto, en arriesgarse al apagar la luz, en trastocar el género (una pradera en la que podría aparecer en cualquier momento Robert Mitchum tarareando una nana y con la palabra odio tatuada en los nudillos), en alternar un prodigioso y abierto plano general con una cámara que se acerca demasiado a sus horribles personajes y que es capaz de verlos casi como bichos y aplastarlos contra la inmensidad de los paisajes. Y el mayor riesgo de todos: darle matarile a la mejor escena final de Hathaway en el cementerio, cambiándosela por un puñado de tiempo, y que, sorprendentemente, ambos momentos dejen el mismo rastro de soledad o tristeza. (Oti Rodríguez Marchante)

Recomendada.




3 comentarios:

  1. Un buen western teñido con el clásico cinismo de los Coen. Bridges, espectacular. Damon, empezamos a creérnoslo cuando resulta no ser tan mal chico: es lo suyo. Y, como bien dices, Paco, el doblaje de Hailee Steinfeld, un verdadero atraco que desmerece de una buena interpretación. Recomendable verla en V.O., además de por lo de siempre, por ser tanto ella como Bridges el alma de la película.

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  2. Se acerca la entrega de los Oscar y ésta es mi apuesta. Creo que Valor de Ley es la mejor película de las diez candidatas este año, seguida muy de cerca por El Discurso del Rey, y por supuesto, por Toy Story 3, pero ésta ya tiene asegurado el de Mejor Película de Animación. Jeff Bridges, espléndido en el papel de borrachuzo cazarrecompensas, no tiene mucho que hacer este año porque se lo llevó el pasado y porque compite con Colin Firth, un soberbio rey tartamudo que ha convencido a todos.

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  3. Siento disentir en mi primera entrada, pero antes de verla, me agencié la original con John Wayne; de verdad que me han desconcertado los Coen, si no has visto la anterior te puede gustar, pero no resiste la comparación con la original -aunque estoy de acuerdo en las muy buenas intepretaciones de Bridges y de la chica-. Se han limitado a fusilar literalmente casi toda la película original ¿estará en crisis la genialidad de este par de hermanos?
    Es una buena película, pero vista en perspectiva, no aporta nada en la filmografía de los Coen, no han arriesgado demasiado en este caso.
    Además: ¡¡nadie puede imitar al viejo Duque saltsando a lomos de su caballo en la última escena del original!!

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